Europeo sub 21, España 4-2 Italia: gloriosos, divinos... ¡equipazo!

    • La 'Rojita' se consagró en Jerusalén ganando el Europeo ante una Italia impotente y que acabó sometida ante la calidad española.
    • Thiago se despidió de la sub21 siendo el MVP del partido tras anotar tres goles en media hora. Isco redondeó la goleada en la segunda parte.

Partidazo de la 'Rojita'. Poco más se puede decir de la final del Campeonato de Europa sub21. Los chicos de Julen Lopetegui apabullaron sin piedad a unos italianos que aguantaron en el partido sólo media hora. Thiago eligió su último partido con este grupo para firmar un hat-trick histórico. Morata, Tello e Isco ejercieron esta vez de escuderos de lujo para acabar con una Italia que agachó la cabeza como lo hicieron los mayores en la final de la Eurocopa de mayores del año pasado.

Y es que el partido recordó mucho a aquel de Kiev. España dominó la pelota, combinó, jugó rápido, dribló, disparó y marcó. Mientras, los 'azzuros' apenas podían seguir con la mirada cómo la pelota se movía de un lado para otro o pasaba cerca de sus piernas a tal velocidad que les era imposible tocarla. Si en la selección absoluta destacan Xavi, Iniesta, Cesc o Silva, con los pequeños son Thiago, Isco, Tello y Morata quienes ejercen de líderes.

Son ellos los mariscales de un ejército celestial que, como el del general cartaginés Aníbal Barca, arrasan con todo allá por donde pasan. En el Europeo sub21 han ganado los cinco partidos que han jugado, marcando doce goles y encajando tan sólo dos (ambos en la final). Han conquistado sin sufrir más que unos rasguños un territorio que ya los mayores tienen bajo control desde hace unos años.

Mirándose en el espejo de la absoluta, Lopetegui ha confeccionado un combinado que, pese a su juventud, juega como los ángeles. Con el balón en los pies, los chicos de la sub21 ganan unos cuantos años de madurez. La solidaridad y el esfuerzo son dos características propias de un combinado llamado a hacer grandes cosas.Exhibición de Thiago

El ejemplo de ese sacrifico por el bien común es Morata, suplente en los cuatro primeros partidos -en todos ellos marcó un gol- pero titular en la final. Pese a que llevaba una racha goleadora increíble, vio que podía hacer daño a la defensa italiana por la banda y no por el centro. Gracias a su velocidad, se marchó en varias ocasiones del lateral zurdo. La primera no le sirvió de mucho, pero en la segunda llegó hasta línea de fondo y centró al segundo palo. Allí apareció Thiago para cabecear a placer. Era su primer aviso.

El empate italiano -gran control y definición de Immobile tras un pase largo de Donati- no inquietó a un equipo habituado a jugar con ventaja en el marcador. El guión era el mismo: tocar y tocar hasta que surgiera el hueco. La fórmula dio resultado, como siempre.

Fue Thiago, de nuevo, el que hizo daño llegando desde atrás. Esta vez aprovechó un centro medido de Koke, que el jugador del Barça controló con el pecho y remató de primeras. Medio gol es del jugador atlético y cuarta parte de la defensa italiana, muy fallona.

Con Illarra y Koke dominando el medio del campo, Tello empezó a escorarse hacia la línea de banda. Desde allí apretó el botón del turbo para intentar desbordar continuamente en el uno para uno. El jugador del Barça es el prototipo de la nueva generación de extremos, bajitos, con velocidad y buen toque. En apenas ocho metros le metió dos al lateral izquierdo rival, que acabó derribándole dentro del área. Thiago acudió al punto de penalti y sentenció la final antes del descanso.Futuro prometedor

Italia ni siquiera reaccionó tras el descanso. Sobre todo, porque no podía. No tenía la pelota y tampoco las ocasiones. España pudo ampliar la diferencia en un par de jugadas, pero acabó siendo Isco el que marcó el cuarto, de nuevo desde el punto de penalti. La desesperación italiana era máxima. El segundo gol 'azzurro' de Borini no sirvió de nada; todo estaba decidido.

El dominio del fútbol europeo a nivel sub21 sigue siendo rojigualdo. El fútbol de toque, de combinación, de pase rápido y de verticalidad se consagró en Jerusalem, donde volvió a triunfar y a enamorar. España revalida el título conseguido hace dos años. Thiago ejerció de líder, Morata de 'killer' e Isco de 'crack'. Lopetegui manejó un equipo y no sólo una selección. Ojo, porque el futuro está asegurado.

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