Feijóo: "Es muy difícil que España se clasifique para el próximo Mundial"

Fernando Castán

Madrid, 21 nov.- Pablo Feijóo, jugador español de rugby que el pasado sábado ante Uruguay (16-13), en Madrid, cumplió 50 partidos internacionales con el "XV del León", manifestó a EFE que "es muy difícil que España se clasifique para el próximo Mundial, en Inglaterra 2014.

El medio melé, nacido en San Sebastián hace 29 años, es uno de los jugadores españoles de mayor calidad en la última década y de más largo recorrido tanto con la selección nacional como con sus clubes, Atlético Bera-Bera, Cisneros, CRC y El Salvador, entre otros, y de los pocos que ha llegado a jugar en Inglaterra, en Leicester.

El sábado pasó a formar parte de la lista de 16 internacionales que han disputado 50 o más encuentros con España, y que lidera Fran Puertas con 93.

Preguntado por sus recuerdos, en una entrevista con la Agencia Efe, Feijóo dijo: "Buenos tengo casi todos. Yo soy una persona que los recuerdos buenos los guardo y los malos los trato de olvidar".

"Uno de los peores que recuerdo fue el primero de Ged Glynn (anterior seleccionador) contra Portugal, en Palma de Mallorca. Nos hicieron dos ensayos por mi culpa, me salió todo mal, me rompieron la nariz. Fue un desastre todo", señaló.

"En el otro lado, un partido de otro nivel, de la Copa de Europa de regiones, entre Euskadi y un equipo francés, en Eibar, y me salió muy bueno y di varias asistencias de ensayo, y Ged me dijo 'has mejorado y te mereces estar en la selección'", reveló.

Sobre la situación de la selección española, Feijóo dijo: "A éste equipo le falta más complicidad entre los jugadores, que pasen más tiempo juntos, que tengan más amistad. Lo comparo con el de Glyn que era un piña. Es verdad que en este equipo algunos vienen de Francia y otros de la liga española y es más difícil. Supongo que con tiempo, con más partidos y actividades y continuidad, se conseguirá".

El actual seleccionador español, el francés Regis Sonnes, ha convocado, desde julio de 2010, a muchos jugadores de su país con origen español, que en determinadas citas han sido más que los nacionales.

Feijóo declaró: "Yo creo que tienen que venir jugadores de fuera, pero que tengan un buen nivel. Faabien Rofes, por ejemplo, me parece un talonador que marca la diferencia con cualquier jugador español y si le llaman, nadie se va a poner en contra del entrenador y los propios jugadores que se quedan fuera lo van a aceptar porque van a ver que es mucho mejor".

"El problema es cuando se trae a jugadores mediocres que no son mejores que los que hay aquí. Hay que incorporar jugadores que sean de una calidad muy superior", explicó.

España solo ha jugado un mundial de los siete que se han disputado, el de Gales en 1999, y desde entonces se ha perdido Australia en 2003, Francia en 2007 y Nueva Zelanda en 2011.

Preguntado por el entendimiento entre los miembros de la selección, el medio melé afirmó: "Intentan hablar castellano y nosotros chapurreamos francés. Si hay presión es más complicado porque te sale tu idioma materno. Yo en el campo les habló en francés y en castellano, si hay presión le habló en castellano y si tengo más tiempo en francés".

"Los anglosajones que juegan en España hablan muy buen castellano, con ellos no hay ningún problema", dijo.

Respecto al futuro opinó: "Es muy, muy difícil que España se clasifique para el próximo mundial; habría que empezar con los chavales de 17 o 18 años, tenerlos en la Blume (Residencia de Alto Rendimiento, en Madrid) o donde fuere para que fueran profesionales o semiprofesionales, aparte de darles unos estudios, y luego cederlos a los clubes cada fin de semana".

"El mundial (de 2014) a este equipo creo que le pilla muy pronto y si trabajamos a ocho años sería más factible", explicó.

Sobre la popularidad del rugby en España, Feijóo consideró: "Bastante culpa tenemos los jugadores que no hacemos atractivo el producto que tenemos, deberíamos estar físicamente mucho mejor, dar más espectáculo, mover mucho más rápido la bola y es un deporte que la gente se engancha".

"Digo que los jugadores tienen la culpa, pero los árbitros también tienen una gran responsabilidad ahí a la hora de dejar jugar más el balón para que sea más vistoso y captar al espectador", argumentó.

El internacional agregó: "No cambiaría las reglas. Dejaría jugar los golpes de castigo más rápido, no explicar tanto; si hay que explicar algo se explica después: el balón tiene que moverse. Sí que haría que faltas pequeñas, como que el talonador entre en la 'touche' dentro del campo, no las pitaría para beneficiar el juego".