Final del Apertura chileno enfrenta a un discípulo y a un fanático de Bielsa

  • La final del Apertura chileno entre el O'Higgins y la Universidad de Chile enmarcará un enfrentamiento entre un discípulo y un fanático del entrenador Marcelo Bielsa, ambos argentinos, como el rosarino.

Nelson Sandoval Díaz

Santiago de Chile, 27 jun.- La final del Apertura chileno entre el O'Higgins y la Universidad de Chile enmarcará un enfrentamiento entre un discípulo y un fanático del entrenador Marcelo Bielsa, ambos argentinos, como el rosarino.

El O'Higgins es dirigido por Eduardo Berizzo, un predilecto de Bielsa en su época de jugador, y a cargo de la U de Chile está Jorge Sampaoli, que apenas jugó a causa de una temprana lesión y que por años ha luchado por ser el mejor émulo del "Loco" en el planeta Fútbol.

Berizzo trabajó con Bielsa como jugador y después como su ayudante en la selección de Chile. Sampaoli, tras quedar encandilado con los métodos de trabajo del rosarino, lo espió, lo estudió con frenesí, se acercó a su círculo para extraer información y ha tratado de emularlo en sus equipos.

El "Toto" llegó al O'Higgins tras una experiencia negativa en el Estudiantes de la Plata y parece haber encontrado la senda correcta.

Ambos aplican la metodología de Bielsa, trabajan con 'sparrings', utilizan vídeos para estudiar rivales y diseñar estrategias, graban sus propias prácticas y tienen el sacrificio como concepto básico del trabajo; refuerzan permanentemente la motivación de sus jugadores y en la cancha, utilizan las premisas básicas de los equipos "bielsistas".

Ello supone dar prioridad al juego por las bandas, veloz y de alta presión, con jugadores de gran capacidad física para el ida y vuelta, aunque aquí se pueden observar algunas diferencias entre el fanático y el discípulo.

La U de Sampaoli se caracteriza por el trabajo en parejas por las alas: Matías Rodríguez-Junior Fernandes en la derecha, Eugenio Mena-Gustavo Lorenzetti por la izquierda.

Con un mediocampo basado en la dinámica de Charles Aránguiz y Marcelo Díaz, la U es vertical como los equipos de Bielsa, presiona al rival en toda la cancha y mantiene contra viento y marea tres delanteros.

El O'Higgins tiene atacantes rápidos y hábiles, Luis Pedro Figueroa, Boris Sagredo y el argentino Enzo Gutiérrez, este último uno de los goleadores del torneo (11).

Paradójicamente, todos comenzaron como centrocampistas y Figueroa ha sido hasta lateral. Los delanteros de la plantilla, entre ellos el venezolano Richard Blanco y el argentino Guillermo Suárez, han sido suplentes durante el Apertura.

En la defensa hay también diferencias: Sampaoli juega casi siempre con línea de tres, salvo cuando el rival usa tres puntas, mientras Berizzo es fiel a la línea de cuatro, punto que también lo diferencia de su maestro y mentor.

Dos volantes de quite (Claudio Meneses y el paraguayo Juan Rodrigo Rojas) y un creativo (el argentino Ramón Fernández) completan el esquema básico del O'Higgins, marcando otro matiz respecto de Bielsa, que suele usar sólo un "leñador" para la recuperación.

En ese contexto, se debate en el medio local quién es más "bielsista", si el nacido en la localidad de Casilda o el excentral de River Plate y la selección argentina.

Sí se puede colegir que la U se aprecia más cercana a un equipo de Bielsa, mientras Berizzo, tras su salida del Estudiantes de la Plata, admitió que, sin renegar de su maestro y mentor, debía comenzar a explorar un camino propio, sin dogmas, buscando en sus equipos el equilibrio entre todas las líneas.

Un punto ineludible al observar el fútbol chileno es que a un año y medio de su partida, Marcelo Bielsa flota aún, como un fantasma con asuntos pendientes sobre este país, a despecho de quienes les gustaría que se esfumara de una vez por todas.

Los discípulos, seguidores, émulos o simples imitadores del rosarino abundan en equipos de primera y segunda división, mientras los técnicos locales se debaten entre la cesantía y las quejas por la predilección que muestran los clubes hacia la escuela del actual entrenador del Athletic de Bilbao.

Lo paradójico es que muchos de los dirigentes que fichan a técnicos "bielsistas" le dieron la espalda al rosarino y frustraron el proyecto de largo plazo que quiso desarrollar en Chile.

Mostrar comentarios