Fognini gana un partido increíble y deja a Montañés sin cuartos de final

  • El tenista catalán Albert Montañés no se pudo convertir en el primer español en alcanzar los cuartos de final del torneo de Roland Garros, segundo 'grande' del año, después de perder un partido increíble ante el italiano Fabio Fognini en cinco mangas por 4-6, 6-4, 3-6, 6-3 y 11-9, tras casi cuatro horas y media de encuentro.
2011 French Open - Day Eight
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Europa Press

De este modo, el de San Carles de la Rápita no se pudo clasificar por primera vez en su carrera para los cuartos de final de un 'Grand Slam', después de caer en un choque donde estuvo dos sets a uno arriba, y tuvo cinco bolas de partido en el inacabable quinto parcial (más de hora y media) ante un rival que apenas podía caminar y que ahora se medirá al ganador del Novak Djokovic-Richard Gasquet.

El barcelonés estuvo demasiado irregular y no fue capaz de sacar partido a su mayor frescura ni a la cantidad de oportunidades que tuvo durante el encuentro, entre ellas una ventaja en el cuarto parcial que habría evitado el quinto y definitivo set.

Montañés tuvo que esperar hasta el décimo juego del primer set, para tener una opción de rotura, que además era su primera bola de parcial, después de haber sufrido con su saque en anteriores ocasiones. Sin embargo, el español no perdonó y se llevó la manga por 6-4.

Fognini reaccionó. Amparado en su poderoso 'drive' y sus subidas a la red, se situó rápidamente con 4-0, y pese a una pequeña recuperación del barcelonés, no tuvo problemas para cerrar el set (6-3). En la tercera, nuevo cambio de guión, con el de Sant Carles de la Rápita rompiendo a las primeras de cambio, ventaja que supo administrar para recuperar la delantera (6-3).

De todos modos, el italiano no se rindió, ni siquiera cuando Montañés tuvo el partido en su mano con una ventaja de 3-1 en el cuarto parcial, instante en el que le endosó cinco juegos consecutivos para forzar la quinta y definitiva manga.

El barcelonés sacó con 5-3 para pasar, pero Fognini firmó su enésima remontada para alargar aún más el desenlace. El italiano, cojo en los últimos juegos por sus molestias musculares en su pierna izquierda, no dio su brazo a torcer, y a base de golpes ganadores salvó hasta cinco bolas de partido antes de romper en el decimonoveno juego y sentenciar con su servicio.

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