Fred, un goleador temperamental reñido con el seleccionador de Brasil

  • El delantero Fred ha sido uno de los principales responsables del título de liga del Fluminense gracias a sus 19 goles, pero este brasileño se cerró las puertas de la selección por su carácter temperamental.

Manuel Pérez Bella

Río de Janeiro, 11 nov.- El delantero Fred ha sido uno de los principales responsables del título de liga del Fluminense gracias a sus 19 goles, pero este brasileño se cerró las puertas de la selección por su carácter temperamental.

Fred fue decisivo hoy al marcar dos goles, el primero y el último de su equipo, a tres minutos del final del partido con el Palmeiras que terminó 2-3 y le dio el título a los cariocas.

El máximo goleador del campeonato soltó un exabrupto al conocer que no estaba en la lista de convocados para dos amistosos el pasado septiembre, mostrando una ambición y un carácter ganador que le han servido para tener éxito en su club, pero que se acogió mal en la Canarinha.

"No pienso en la selección mientras Mano (Menezes) esté allá", dijo Fred como un desahogo ante las cámaras de televisión, en unas declaraciones que movieron los cimientos del fútbol brasileño, ya que en este país pocos jugadores osan a alzar la voz contra el seleccionador nacional.

Fred sabe que a sus 29 años está en el mejor momento de su carrera y está a punto de igualar la marca de 22 goles que anotó en la liga del año pasado, en la que fue el segundo máximo artillero.

En el pasado, Mano Menezes había declarado que le gustaba su estilo de juego, de delantero polivalente y completo, que se mueve para buscar el balón, con instinto frente a la portería y habilidad con ambos pies.

El seleccionador no dudó en llevarlo a la Copa América de Argentina 2011, pero el fracaso de Brasil en el torneo socavó su confianza en el jugador y en hasta en el propio sistema, en el que los delanteros puros como Fred no encuentran fácil acomodo.

Frederico Chaves Guedes apuntaba maneras desde juvenil, cuando deslumbró al anotar el gol más rápido que se ha anotado en Brasil, un tiro desde el centro del campo justo después del saque inicial que terminó en las redes en 3,5 segundos.

Su rapidez y precocidad lo llevaron rápido del América Mineiro a un equipo grande como el Cruzeiro y, con una velocidad vertiginosa, a los 21 años, dio el salto al Olymique de Lyon.

En Francia pasó cuatro años, pero las lesiones le impidieron prolongar las impresionantes rachas goleadoras que registró en sus primeros equipos, con el récord de 40 goles en 43 partidos que jugó con el Cruzeiro.

Su debut con la selección brasileña se produjo en aquella época y Carlos Alberto Parreira no dudó en convocarle a última hora para el Mundial de Alemania, en el que debutó de la mejor manera, metiendo un gol en el primer balón que tocó, en un partido contra Australia que acabó 2-0.

Entonces llegaron las lesiones musculares y hasta una fractura de tobillo que lo relegaron al banquillo del Lyon y le hicieron decidirse por volver a Brasil.

Regresó al Fluminense en 2009 de la mano de Parreira y tampoco tuvo suerte al inicio, al continuar su ritmo de visitas habituales a la enfermería.

Un desgarro en el aductor le hizo perderse quince jornadas de liga y, a su regreso, se encontró el equipo en la última casilla de la liga, con pie y medio en la segunda división.

Por suerte Fred estaba en su mejor forma y, a base de goles, contribuyó a la salvación del equipo cuando ni los más optimistas albergaban esperanzas, a la vez que condujo al 'Flu' a la final de la Copa Sudamericana que perdería contra su bestia negra, el Liga de Quito.

En 2010 fue decisivo en el título de liga del equipo y regresó a ganarse un lugar en la selección brasileña con la llegada de Mano Menezes después del Mundial de Sudáfrica, pero ahora ha vuelto a caer en desgracia.

Además de por sus goles, Fred es muy querido por la afición por su talante afable, su buen humor y su costumbre de celebrar los goles con pases de baile.

Su afición a bailar es largamente conocida, pero aunque sea un habitual de las discotecas cariocas con fama de mujeriego, Fred no es dado a las indisciplinas ni a faltar a los entrenamientos.

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