Sueñan con la primera división

El fútbol modesto tira de imaginación y economía alternativa para sobrevivir

En un mundo de jeques y constructores, son cada vez más los proyectos deportivos que acuden a modelos de financiación atípicos para financiarse. El accionariado popular cobra fuerza y se asoma a lo profesional. 

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El fútbol modesto tira de imaginación y economía alternativa para sobrevivir
SD Logroñés

Hay mucha vida más allá de la primera y la segunda división del fútbol español, cuyos equipos acaparan los principales titulares ahora que vuelve la Liga. Más allá de las estrecheces económicas de un FC Barcelona en horas bajas o un Real Madrid cuyo hambre de títulos no parece tener fin, otros dieciocho equipos compiten por entrar en Europa o no bajar al abismo. Ese es la segunda división, llena de equipos de capitales de provincia y ciudades dormitorio que, para muchos pueblos y pequeñas ciudades se convierten en una aspiración realista y un motivo para ilusionarse con el fútbol modesto. 

Porque si seguimos bajando de categoría deportiva, con cada vez mayor interés y una base de fans que apelan al corazón o al territorio para fortalecer el sentimiento de pertenencia, se extienden decenas de equipos semiprofesionales que buscan su hueco en las distintas categorías de un fútbol que la Real Federación Española de Fútbol ha tratado de potenciar con un nuevo formato y marca. La antigua Segunda División B, ahora reconvertida en las categorías Primera, Segunda RFEF, ha conseguido devolver la pasión por el fútbol a muchos municipios que vieron cómo la crisis económica o la mala gestión se llevaban por delante a sus equipos. 

Buen ejemplo de ello es la ciudad de Salamanca, cuyo club, la Unión Deportiva Salamanca (UDS), se disolvió en 2013 por orden judicial tras encadenar varios años de bajo rendimiento y no conseguir un acreedor que se hiciera cargo del club, históricamente dirigido por Juan José Hidalgo, dueño de Globalia. Recogieron su testigo dos proyectos antagónicos: por un lado, el del CF Salmantino, construido sobre la cantera de la antigua Unión y que contó desde el principio con el apoyo del empresario mexicano Manuel Lobato y el patrocinio de la minera Berkeley, interesada en explotar una mina de uranio en la provincia que el año pasado fue denegada definitivamente por el Gobierno

Unionistas de Salamanca CF se ha convertido en la referencia del accionariado popular en el deporte

En el lado opuesto, a todos los niveles, se encuentra Unionistas de Salamanca, un club de accionariado popular fundado y gestionado por sus aficionados bajo el principio de "un socio, un voto". En la actualidad, Unionistas se encuentra en Primera RFEF, dos categorías por encima del Salmantino, que en 2017 compró los derechos de la antigua UD Salamanca y se renombró como CF Salamanca UDS. Con un presupuesto de 1,2 millones de euros para 2022, su modelo democrático ha sido exportado a otros proyectos deportivos a lo largo y ancho del país. Su último gran hito consistió en recaudar 300.000 euros para cambiar el césped de su estadio y evitar el descenso, después de que el ayuntamiento de Salamanca, propietario del campo, se negara a sufragarlo. Lo consiguieron en cuatro días. 

En su mismo grupo se encuentra la Sociedad Deportiva Logroñés, fundada en 2009 con los mismos principios y que el año pasado alcanzó un presupuesto de 920.000 euros. Sus partidos contra Unionistas se han convertido en la fiesta del fútbol popular, para reivindicar su carácter y donde el precio de las entradas lo fija cada aficionado. Sin embargo, no fue el primero en España, hito que corresponde al Atlético Club de Socios. Tras él vinieron otros como el CAP Ciudad de Murcia, actualmente en Tercera RFEF, o proyectos como el Rotodos FC, un intento de club financiado por miembros del conocido portal Forocoches, cuya aventura apenas duró dos temporadas. 

Otro modelo de capitalización de un proyecto deportivo es el del DUX Internacional de Madrid, un club de fútbol surgido en 2002 que lleva dos décadas dando tumbos por campos de la capital hasta que ha conseguido establecerse en Villaviciosa de Odón. En 2020 se anunció la entrada en su capital de DUX Gaming, un equipo deportivo y de e-sports fundado por el youtuber DjMaRiiO junto a los futbolistas Thibaut Courtois (Real Madrid) y Borja Iglesias (Real Betis), ambos streamers y aficionados al mundo de los videojuegos. Los requisitos impuestos por la Federación para jugar en Primera RFEF mantienen en vilo a un club que no sabe si podrá arrancar la temporada, y que se ha convertido en el principal enemigo de Luis Rubiales, presidente del ente federativo, a quien ha denunciado por prevaricación. 

CF Intercity de Alicante se convirtió en el primer club español en cotizar en bolsa

En Alicante está la primera entidad deportiva de España que cotiza en bolsa. Se trata del CF Intercity, fundado en 2017 y que ha conseguido acoger bajo su estructura al club de baloncesto Lucentum. Desde el 29 de octubre de 2021 cotiza en BME Growth, el mercado alternativo bursátil, donde saltó al parqué con un valor de 1,20 euros por acción. Aunque hoy cotiza a 0,35€, el club confía en su plan a largo plazo para alcanzar el fútbol profesional en cinco años. Para ello, ha conseguido acumular cuatro ascensos consecutivos y este año jugará en Primera RFEF. Su apuesta: transparencia financiera para atraer inversores, acudir al mercado para crecer sin deuda y subir a Segunda. 

Para narrar un último ejemplo de financiación alternativa nos trasladamos hasta Valencia. Allí, en el año 2015, el Levante UD pidió 100.000€ a inversores particulares financiar su escuela de fútbol para personas con discapacidad. Lo hizo a través de crowdlendinguna modalidad de financiación participativa que evita la mediación de bancos y pone en contacto a inversores individuales con pymes o empresas que requieran de algún tipo de préstamo, remunerado convenientemente. Sin embargo, este modelo de financiación apenas ha conseguido posicionarse en España al registrar unos niveles de inversión mínimos. 

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