El Madrid ya conoce la ruta de su 'paseo' por los Emiratos hacia el Mundialito

  • El conjunto blanco, vigente campeón, debuta este miércoles ante el Al-Jazira y se medirá en la final a un mermado Gremio de Porto Alegre
Los jugadores de Gremio celebran el triunfo.
Los jugadores de Gremio celebran el triunfo.
EFE

Semana de Mundialito suele ser sinónimo de semana de 'descanso' para el campeón europeo de turno. Más todavía teniendo en cuenta el bajón del fútbol sudamericano en los últimos años, que implica que ni siquiera en la final haya oposición real para los equipos del Viejo Continente. Suele celebrarse el Mundial de Clubes, por otra parte, en países exóticos y con poca tradición: Marruecos, Japón, Emiratos Árabes... Y ocurre que el 'stage' tiende a convertirse en un baño de masas, autógrafos y fotos de los 'cracks' con un público nada acostumbrado al fútbol de élite.

El Real Madrid, dominador de la Champions en el último lustro, sabe lo que le toca cuando llega el Mundialito: descanso competitivo en mitad del frenesí Liga-Champions-Copa y momento para los 'flashes'. Claro está, manteniendo el tipo sobre el terreno de juego. Así se llevó el título el curso pasado, y así se plantó a principios de semana la expedición blanca en Abu Dabi, vergel de patrocinadores y negocios jugosos (no hay más que leer Fly Emirates en el pecho de la camiseta merengue para darse cuenta). También así solventó las primeras sesiones de entrenamiento multitudinarias, nada que ver con el día a día a puerta cerrada en Valdebebas. 

Sólo queda saltar al estadio y fichar la cartilla con una victoria en semifinales, porque hay que recordar que el campeón de Europa accede por decreto a semifinales. Allí espera el Al-Jazira local, igual que hace un año esperaba el América mexicano, tanto monta, monta tanto. Zinedine Zidane, para la ocasión, dispone de casi todos sus efectivos salvo Jesús Vallejo, fuera de la convocatoria, y Raphael Varane, a quien se le espera para la final del próximo domingo.

Cristiano pide a la 'BBC'

Podría incluso regresar Gareth Bale, ese galés que costó más de 90 millones de euros y que no pisa el césped desde el pasado 26 de septiembre, hace dos meses y medio. Podría, dicen las malas lenguas, usarse el Mundialito como escaparate para el extremo, todavía en condiciones de salir traspasado por un buen pellizco. De paso le ahorraría a Zidane el desgaste de tener que decidir entre lo que de verdad le funciona (Isco) y lo que le gustaría que le funcionase (Bale). Por si acaso, Cristiano ya ha dicho en los prolegómenos del campeonato que "sería bonito" que la 'BBC' (entiéndase, Benzema, Bale y Cristiano) se reuniera de nuevo. A ver quién lleva la contraria a cinco Balones de Oro.

Se da el caso de que antes de debutar, el Real Madrid ya sabe a quién tendrá que enfrentarse en la final del domingo, si no 'mete la pata' contra el Al-Jazira, claro. El afortunado es el Gremio de Porto Alegre, cuna de Ronaldinho, antigua bestia negra del Bernabéu. Campeón de la Copa Libertadores, el conjunto brasileño eliminó con más problemas de lo debido al Pachuca mexicano. Tuvo que esperar a un gol de Everton, ya entrada la prórroga. Cuesta creer que el Madrid le conceda 120 minutos de 'vis a vis', más todavía sin Arthur en el campo, lesionado del tobillo. Mala noticia para Gremio, que tendrá que encomendarse a Luan, y para los ojeadores de media Europa que deseaban verle en Abu Dabi. 

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