Gaitán, el zurdo de oro que se ve pero no se toca

  • Hicieron falta dos fabulosas asistencias en el triunfo liguero ante el Paços de Ferreira para confirmar lo que el entrenador del Benfica, Jorge Jesús, ha venido diciendo: el argentino Nico Gaitán se ve pero no se toca.

Antonio Torres del Cerro

Lisboa, 18 ago.- Hicieron falta dos fabulosas asistencias en el triunfo liguero ante el Paços de Ferreira para confirmar lo que el entrenador del Benfica, Jorge Jesús, ha venido diciendo: el argentino Nico Gaitán se ve pero no se toca.

La masiva operación salida en el actual campeón luso ha creado un rumor de intranquilidad entre los aficionados. Sin Ezequiel Garay (Zenit), Rodrigo Moreno (Valencia), Lazar Markovic (Liverpool) o Jan Oblak (Atlético de Madrid), los cimientos del proyecto de Jorge Jesús pasaron a soportarse en tres pilares.

El central brasileño Luisao, el incansable medio argentino Enzo Pérez y el talentoso Gaitán.

"Esos tres jugadores son fundamentales en la estructura del Benfica y que haya una cierta seguridad de que sigan en el Benfica, al menos esta temporada, sería muy bueno para mí, y para todos los benfiquistas", dijo Jesús antes del debut liguero del domingo.

Sobre la influencia del zurdo de oro formado en el Boca Juniors, no le faltó razón, visto lo visto en la tranquila victoria casera frente al Paços (2-0) este domingo.

Entre una maraña de piernas, Gaitán devolvió con precisión una pared al uruguayo Maxi Pereira, al que puso cara a cara con el portero visitante para inaugurar el marcador.

En la segunda parte, el extremo, de 26 años, repartió más magia al colocar una milimétrica asistencia ligeramente bombeada a la que llegó en carrera su compatriota Eduardo 'Totó' Salvio, que remachó de cabeza.

Fueron dos pases que fueron dos medios goles que coronan la evolución del internacional argentino en seis ocasiones (la última hace tres años).

En su quinta temporada, 'Nico' ha completado un largo periodo de madurez y se encuentra hoy, tal vez, en el auge de su carrera.

Del jugador que solo aparecía en las grandes citas, del jugador al que le gustaba adornarse demasiado en el regate y con los toques al balón, se pasó a un futbolista que empezó a ver el juego como un asunto colectivo.

Jesús, especialista en pulir diamantes en bruto, le inculcó sacrificio físico y le enseñó a medir los tiempos de un partido, un requisito muy apreciado por el veterano técnico.

El proceso, no obstante, fue lento y solo culminó la pasada temporada. Hasta entonces, había alternado partidos brillantes, sobre todo en Liga de Campeones o ante equipo grandes lusos, con partidos deslucidos, ante rivales de menor entidad.

Por dentro o por fuera, Gaitán domina los últimos tres cuartos de la cancha por su velocidad y técnica individual. Mejoró su lectura entre las líneas enemigas. No en vano, tuvo como un modelo a un maestro en esas lides, el argentino Pablo Aimar, con el que coincidió tres cursos.

Cada temporada el nombre de Nico Gaitán está asociado a algún coloso europeo. Primero fue el Manchester United, después fueron clubes rusos con poder financiero y más tarde el Tottenham, entre otros.

Con contrato hasta el 2016 y una cláusula de rescisión de 45 millones, el presidente del Benfica, Luís Filipe Vieira, prometió no dar facilidades al posible comprador.

Como con su compatriota Enzo, al que dan por hecho en el Valencia, Osvaldo Nicolás Fabián Gaitán "solo sale por la cláusula de rescisión".

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