Gay achaca su despido a diferencias con el vestuario y con el club

  • El técnico madrileño José Aurelio Gay ha achacado su despido, hoy, como entrenador del Racing a los "malos resultados", a diferencias con el vestuario en cuanto al modo de trabajar y también a falta de sintonía con los dirigentes racinguistas.

Santander, 5 mar.- El técnico madrileño José Aurelio Gay ha achacado su despido, hoy, como entrenador del Racing a los "malos resultados", a diferencias con el vestuario en cuanto al modo de trabajar y también a falta de sintonía con los dirigentes racinguistas.

"Ha sido un despido, no he dimitido", ha dejado claro Gay en una conferencia de prensa en la que ha empezado exponiendo su malestar porque "los resultados no han lucido como esperábamos" y porque su hombre de confianza, David Pérez, parecía ser un "elemento incómodo" tanto para los jugadores como para el club.

"La idea del club era relegar a David a un segundo plano y yo me he negado en rotundo porque no me parecía justo", ha afirmado Gay, quien ha lamentado no poder terminar la labor que había afrontado "con muchas ganas e ilusión".

Pero, a continuación ha precisado que algunos jugadores del equipo "no estaban por la labor" de seguir la línea de "trabajo más exigente" que ha tratado de imponer a la plantilla desde que el pasado mes de diciembre se hizo cargo de ella, tras la dimisión de Fabri González.

Gay considera que era preciso ese trabajo "no convencional" para revertir la situación de un equipo que, a su llegada a Santander, se encontraba en puestos de descenso -en los que sigue dos meses después- y al que ha sometido una "pretemporada en competición", con la dificultad que eso entraña, según él mismo ha reconocido.

"No ha habido broncas, ni roces, ni peleas, simplemente exigencia", ha añadido Gay.

"Cogimos un cadáver, le hicimos el boca a boca, le pusimos una serie de trasplantes con los refuerzos y entre todos lo pusimos en pie y caminando", ha opinado Gay, para matizar a continuación que "hay gente que quiere que este cadáver que ahora camina corra la maratón de Nueva York y no hay tiempo para ello".

Para Gay, el vestuario del Racing es "voluntarioso" y "obediente", pero también "difícil de convencer"; y, a la hora de hacer autocrítica, el técnico madrileño cree que su principal fallo ha sido el de no ser capaz de "convencerles del todo" para así dar el salto que necesitaba el equipo para salir de los puestos de descenso.

Gay cree que entre los dirigentes del Racing, como a su juicio ocurre en la actualidad "en todos los clubes", "se escucha mucho la opinión de los jugadores y, a partir de ahí, el entrenador tiene poco que hacer".

"Pasa en todos los sitios y en vez de mandarles para casa y proteger al entrenador se tiene miedo de que el futbolista no rinda suficientemente si se enfada", ha insistido Gay, quien dice entender al club porque el equipo está a cuatro puntos del puesto que marca la permanencia y "cada vez queda menos tiempo".

Aunque Gay reconoce que hay "unión en el vestuario", también ha cuestionado que sea el tipo de unión que precisa el equipo. Según el técnico los jugadores la entienden como "no discutir entre ellos", pero Gay cree que cuando "pierdes con frecuencia", en un equipo "hay que discutir y enfadarse".

Gay prefiere una "bronca importante" al término de un partido que ha acabado en derrota, que "llevarse muy bien porque nadie dice nada y si falla alguien todos miran para abajo".

En cuanto al futuro del Racing, Gay ha opinado que "hay tiempo y puntos para salvar al equipo" y preguntado por qué necesita el técnico que le sustituya, Gay ha declarado que precisará "ganas, optimismo y paciencia".

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