Ghebreslassie solo había disputado antes tres maratones. En el primero quedó en sexta posición en Chicago (Estados Unidos) en 2014, mientras que este año había sido segundo en Hamburgo (Alemania) en 2015 y no pudo terminar el de Dubai.
Sus padres querían que fuera a la universidad. Insistieron lo indecible, pero Ghebreslassie no les hizo caso y encauzó su vida al atletismo.
Ese acto de desobediencia le ha convertido en un campeón precoz. Nunca un atleta menor de 20 años había ganado el Mundial de maratón.
"Mis padres querían que fuera un gran estudiante, pero yo prefería ser un gran atleta. Esta victoria será una gran sorpresa para ellos", señaló el joven eritreo.
El eritreo, de apellido similar al mítico fondista etíope Haile Gebrselassie, se impuso con un tiempo de 2 horas, 12 minutos y 27 segundos, mientras que la medalla de plata fue para el etíope Yemane Tsegay (2h13:07), cuarto en el Mundial de 2009 y octavo en 2013, y el bronce se lo llevó ugandés Munyo Solomon Mutai (2h13:29).
"No puedo explicar lo que siento. Estoy muy feliz. Mucha gente me habla de que soy muy joven, pero es algo que a mí no me importa. Estoy muy orgulloso de esta victoria. Es mi primera medalla en mi primer maratón en un campeonato. Es algo muy especial. Me motiva para seguir trabajando duro. Mi medalla es el primer oro en la historia de Eritrea. Es algo especial para nuestra historia", indicó Ghebreslassie.
Cuando tenga apenas 20 años intentará también hacer historia en los Juegos Olímpicos de Río-2016.
"Aunque no tengo mucha experiencia, trabajaré para escribir otra página en la historia in Rio", añadió. Ghebreslassie.
"El clima húmedo y caluroso era muy bueno para mí. En mi niñez, crecía con una condiciones similares", explicó.
Tsepo Ramonene estuvo cerca de poner a Lesotho en el mapa del atletismo cuando se escapó pasado el kilómetro 30 y llegó a contar con ventajas superiores a 20 segundos. Pero a falta de poco más de cinco kilómetros fue superado por el eritreo Ghirmay Ghebreslassie.
La lucha en los últimos kilómetros se había desatado y Ghebreslassie pronto fue adelantado por el etíope Yemane Tsegay.
Pero Ghebreslassie aguantó el ataque de Tsegay y, tras recorrer juntos alrededor de 3.000 metros, el eritreo tomó de nuevo el mando en solitario a falta de poco más de dos kilómetros, para llegar en solitario al estadio del Nido del Pájaro y cruzar la meta con la bandera eritrea en la mano.
Ghebreslassie logró la segunda medalla en la historia de Eritrea después de que Zersenay Tadesse consiguiera la plata en la prueba de 10.000 metros de Berlín-2009.
La jornada fue redonda para Eritrea, que logró colocar a dos atletas entre los diez primeros, ya que Amanuel Mesel terminó en novena posición.
Eritrea es un pequeño país en el cuerno de África de poco más de 4,5 millones de habitantes.
"Los eritreos nunca abandonan", apuntó el atleta para explicar su ataque final, para sorpresa de sus rivales, que no esperaban esa potencia del joven fondista en los últimos kilómetros.
Si Eritrea, Etiopía, Uganda e Italia lograron colocar al menos a dos de sus atletas en el Top 10, la jornada fue decepcionante para los kenianos, que partían como favoritos, ya que el primer atleta de este país entró en la 22ª posición gracias a Mark Korir (2h21:19), ganador de la última maratón de París.
Entre los latinoamericanos, el primer clasificado fue el brasileño Solonel da Silva, que entró en la 18ª posición (2h19:19), lo que le permite ganar confianza de cara a los Juegos de Río-2016, el año que viene en su país.
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