Greipel se lleva su segunda etapa en esta edición de la Vuelta

  • El alemán vence al sprint en Vinarós y suma su segundo triunfo en la actual edición de la ronda española. Y además, se viste el maillot oro.
Greipel gana su segunda etapa en la Vuelta
Greipel gana su segunda etapa en la Vuelta
lainformacion.com
N. Díaz
N. Díaz

Sin demasiadas complicaciones. Así se llevó la victoria el corredor del Columbia, André Greipel, que se lleva su segunda etapa en esta edición de la Vuelta. La primera fue en Lieja. Tom Boonen y Daniele Bennati. Una caída de Gerarld Ciolek, vencedor de una etapa, provocó un corte en los últimos metros que deslució el sprint final. Greipel, además, se viste el maillot oro.

Y la Vuelta volvió a España. Después de la aventura de la ronda ciclista por Holanda, Alemania y Bélgica, el pelotón retornó a territorio español. El día de descanso, algo nada habitual en el cuarto día de competición sirvió para dos cosas: la primera, transportar a corredores, bicicletas, camiones y demás desde Lieja a Tarragona; y segunda, la recuperación de la mayoría del pelotón, magullado tras la espectacular e histórica caída del pasado martes.

La etapa entre Tarragona y Vinarós era propicia para las escapadas, pero también lo era para un posible sprint masivo. Choque de intereses. La lucha comenzó pronto. A los seis kilómetros se formaba el grupo de fugados. Seis corredores que lo i+ntentaron durante casi 150 kilómetros pero que acabaron siendo cazados por el pelotón. En una edición como esta, con apenas llegadas llanas, los equipos de sprinters tienen claramente marcadas en el calendario las jornadas donde trabajar.

Freire, sin suerte

Y así lo hicieron en la recta final de la etapa. Rabobank fue quien llevó la voz cantante, tirando a bloque para su mejor corredor, el cántabro Óscar Freire. Ya lo intentaron en Holanda, pero nada se consiguió. Y ahora en Vinarós, pero tampoco. Freire lo intenta, aunque su estado de forma no es como antaño, donde si se colocaba bien en los últimos metros era difícil superarle. El cántabro seguro que lo volverá a intentar.

El Alto de la Ermita, un pequeño repecho a diez kilómetros de meta, seantojaba cuanto menos interesante. Era el lugar perfecto para romper elduro ritmo del pelotón. Philippe Gilbert, del Silence Lotto, lo intentó. E incluso llegó a tener 20 segundos de ventaja, pero fue insuficiente. El gran grupo no perdonó.

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