Guam sueña con que Irán tiemble al ritmo de su 'Inifresi'

  • El equipo de Guam, una isla del Pacífico de 541 kilómetros cuadrados situada entre Filipinas y Japón, que llegó a pertenecer a la corona española, pero más conocida por sus playas paradisíacas, sus arrecifes de coral y por sus serpientes que por su fútbol, sueña con hacer temblar a Irán con los acordes del 'Inifresi', su particular versión del 'Haka', en el partido de este martes entre ambos clasificatorio para el Mundial 2018.

El joven inglés Gary White, de 41 años, se apoyó en los valores de la cultura Chamorro, del nombre del pueblo indígena de esta isla, cuando fue nombrado seleccionador en 2012.

"Me apoyé en la cultura chamorro, la larga historia del pueblo chamorro, que está aquí desde hace muchos cientos de años y ha sobrevivido a las colonizaciones sucesivas, ya fueran la española o la estadounidense", confirmó el entrenador británico a la AFP a través del teléfono.

"No vamos a entrar al terreno de juego para encerrarnos atrás y esperamos no perder por diez goles de diferencia", avisó de sus intenciones White en el momento de tomar el cargo hace tres años.

Después de haber jugado en el club amateur de Bognor Regis, este británico comenzó su carrera de entrenador en 1998, cuando vivía en Luton, en el norte de Londres.

Después se dedicó a contactar con cada federación del mundo ofreciendo sus servicios. Requerido por las Islas Vírgenes y por las Bahamas, finalmente se decantó por Guam, la isla principal del archipiélago de las Marianas, en el mar de Filipinas, 2.600 kilómetros al sur de Japón y Filipinas.

En junio, Guam se impuso a Turkmenistán (1-0). Una victoria histórica, la primera de esta nación en un partido de clasificación para el Mundial. Una actuación a años luz de las ofrecidas por el año 2000, cuando en las eliminatorias para el Mundial-2002 Guam fue goleada por Irán (16-0).

Tras estar en cabeza del grupo D, en la 2ª ronda de la clasificación de la zona Asia después de sus dos primeros partidos, el minúsculo país encuadrado en una región que reúne a 47 selecciones nacionales, bajó un poco de su nube de euforia tras una derrota por 6-0 en Irán, antes de resistir en casa ante Omán (0-0).

La víspera de recibir a Irán, una de las grandes naciones del fútbol asiático, el martes en Dededo, al norte de la isla, los isleños son cuartos de su grupo, igualados a puntos con Turkmenistán, 3º. Y todavía están vivos en la carrera por la tercera y última ronda, si bien sus opciones de alcanzarla son ínfimas.

"Matemáticamente todavía hay opciones", quiere creer White. "En el fútbol todo es posible. No es fácil para nadie venir a jugar aquí. Hemos ganado dos de nuestros partidos y cosechamos un empate sin goles fuera de casa".

"Si somos batidos, lo seremos después de haber luchado", añadió el seleccionador antes de recibir a Irán.

A unos horas de esa cita, alaba el espíritu de sus jugadores. "Es sorprendente ver hasta qué punto mis jugadores, que defienden los colores de una isla de sólo 170.000 habitantes, estaban decepcionados tras haber perdido 1-0 ante La India, un mastodonte de 1.200 millones de habitantes. Eso demuestra verdaderamente el camino recorrido".

Ante los iraníes, su equipo ejecutará el tradicional 'Inifresi', el 'Haka' local. Algo que difícilmente impresionará a los persas, líderes de su grupo.

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