Roman Abramovich, propietario del Chelsea, intentará convencer a Pep Guardiola por segunda vez para que acepte ser el entrenador del Chelsea, en caso de que José Mourinho no pueda dar la vuelta rápidamente a la alarmante situación del equipo 'blue'.
Varios intermediarios, que están trabajando de manera independiente y no por petición de Abramovich, ya están indagando si Guardiola estaría interesado en recalar en Stamford Bridge cuando su contrato con el Bayern de Múnich expire al final de la presente campaña. El objetivo es estar en una posición privilegaida para entregar a Guardiola al Chelsea si Mourinho es despedido, según informa 'The Telegraph'.
Sin embargo, en el Chelsea permanece la espereza de que el entrenador portugués encuentre una solución a los problemas de su equipo. Eso sí, la quinta derrota del curso ante el West Ham United aumentó la amenaza de que Abramovich no tenga más opción que la de encontrarle un sustituto.
Aparte del resultado del sábado, el sentimiento creciente de que Mourinho está fallando a la hora de tener el control de la plantilla, se elevó por el hecho de haber sido expulsado a las gradas de Upton Park por portestar al árbitro Jonathan Moss en el descanso.
Varias fuentes aseguran que Mourinho había sido invitado al espacio de los árbitros en el intermedio, pero que fue expulsado al encolerizarse ante Moss por la explusión de Nemanja Matic y la decisión de no autorizar el gol fantasma de Cesc Fàbregas.
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