Heuberger: "Perder no es un problema. Es España quien tiene presión"

  • Àlex Cubero.

Àlex Cubero.

Barcelona, 20 ene.- Su máxima es que la derrota forma parte del aprendizaje de un equipo en crecimiento y es por ello que el técnico alemán Martin Heuberger recuerda que, en caso de enfrentarse a España en cuartos de final del Mundial de Balonmano, serán los anfitriones quienes sufrirán la presión por tener que ganar, mientras que para su equipo "perder no sería un problema".

Alemania desprende en su juego ese todo o nada irreverente de la juventud que pide paso, algo que sufrió la misma Francia. La sorprendente victoria ante el vigente campeón les otorgó el primer puesto del grupo y les situó de repente en los focos del Mundial de Balonmano como uno de los aspirantes a tener en cuenta.

"Ante Francia jugamos un gran balonmano que no es normal", reconoce Heuberger en una entrevista concedida a EFE. "A veces, un equipo tiene la una oportunidad para hacer un gran partido y la aprovecha. Pero no pasará cada vez que te enfrentes a ellos".

Los casi dos metros que mide Heuberger (Schutterwald, Alemania, 1964) ya dan una pista de la altura del reto al que se enfrenta. Tras suceder al mítico Heiner Brand en 2011 al frente del banquillo alemán, el preparador se ha entregado a la regeneración de un equipo del que apenas queda poco de aquel grupo que se coronó en 2007.

Curtido en las categorías inferiores de la selección, Heuberger ha traído bajo el brazo a una nueva hornada de jóvenes talentos. No son novatos, pues saben lo que es triunfar en los campeonatos europeos y mundiales de categorías inferiores. El mismo Heuberger, como técnico, fue campeón del mundo Junior en 2009 y 2011.

"Tenemos un equipo joven, es cierto. En total hay siete jugadores que participan por primera vez en un Mundial, pero esperemos que sigan al mismo nivel y consigamos pasar a semifinales", confía.

Descaro, derroche físico y agresividad en todos los ángulos del parqué. La 'Mannschaft' es un martillo pilón a velocidad de vértigo, donde su clave es no dar respiro al rival. Intensa en defensa, donde sobresale el veterano Oliver Roggisch, dañina en los tiros desde el exterior y letal en los contragolpes de su desbocada caballería.

El secreto es "el espíritu colectivo", dice Heuberger, que da las claves de ese particular 'Volkgeist' deportivo: "Somos un buen equipo en conjunto, jugamos bien en defensa y tenemos un excelente portero. Nuestras posibilidades de ganar pasan por aprovechar cada oportunidad y dejar escapar las menos posibles en cada partido".

Tras vencer a Macedonia (28-23) en el Palau Sant Jordi, en esa senda se toparán ahora en cuartos de final con el vencedor del España-Serbia.

"Este Mundial será importante para crecer -reitera Heuberger-. Intentaremos ganar en el próximo partido, pero creo que tanto Serbia como España son muy buenas selecciones y será un gran reto para nosotros. Perder no sería un problema".

La selección española, si resulta ser el rival definitivo, no será una desconocida para Heuberger. "Tiene desde hace muchos años muy buenos equipos. A muchos les sigo desde que eran chicos jóvenes y son muy buenos jugadores. Quizá tengan un poco de presión en este Mundial, ya que estarán ante muchos espectadores y deberán ganar. Trataremos de aprovecharlo", relata.

"Este campeonato es un gran camino para nosotros, porque tenemos jugadores muy jóvenes. Haremos lo máximo que podamos", concluye el seleccionador alemán. "Pero, en realidad, lo único en lo que pienso ahora es en hacer lo mejor posible mi trabajo, para formar un buen equipo de futuro".

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