Higuaín, seguir luchando de blanco o el poder del dinero

  • Gonzalo Higuaín está en un momento inesperado en el Real Madrid. Regresa a su eterna lucha para demostrar sus cualidades. Sin la confianza suficiente de José Mourinho y con una duda: seguir luchando por lo que considera que merece de blanco o ceder al poder del dinero marchándose al PSG.

Roberto Morales

Madrid, 30 abr.- Gonzalo Higuaín está en un momento inesperado en el Real Madrid. Regresa a su eterna lucha para demostrar sus cualidades. Sin la confianza suficiente de José Mourinho y con una duda: seguir luchando por lo que considera que merece de blanco o ceder al poder del dinero marchándose al PSG.

Higuaín ha sido el gran ausente de la semana decisiva de la temporada para el Real Madrid. Fue espectador de la sentencia liguera en el Camp Nou. Entró en el campo a los 93 minutos para perder tiempo. Sustituyendo al futbolista que le ha ganado el pulso, el francés Karim Benzema.

El mismo cambio en la prórroga del agónico Real Madrid-Bayern en semifinales de Liga de Campeones. En el descanso para jugar los últimos quince minutos en los que pasó tan inadvertido como en la tanda de penaltis. Ni lanzó. Un delantero. La responsabilidad recayó en otros futbolistas con un grado de confianza mayor.

Ante el Sevilla no solo no jugó ni un minuto, sino que ni siquiera calentó. Todo salpicado por las noticias publicadas en Francia: Una comida junto a Kaká con el presidente del PSG, el catarí Nasser al-Khelaifi. Semanas después de asegurar públicamente que por su cabeza solo pasa acabar la temporada y luego decidir su futuro. Pese a tener contrato en vigor renovado recientemente.

En los planes del Real Madrid no está desprenderse del 'Pipita'. Le consideran "hombre de la casa", prácticamente un canterano que se ha ganado lo que tiene a base de esfuerzo. Solo una alta oferta puede provocar su marcha. Fuentes del club preguntadas por Efe remiten a la cláusula de rescisión de su contrato: 40 millones de euros. Pero tampoco están dispuestos a modificarlo.

Higuaín es quien tiene que decidir. La pelota está en su tejado. Desea un rol que no tiene en el Real Madrid. Sus representantes piden una nueva subida del club, desea subir un nuevo escalón un año después de doblar su sueldo al pasar de cobrar 1,8 millones de euros por temporada a 3,5.

Cuenta con el cariño de la afición. Lo ha conquistado el delantero argentino convirtiéndose en el nuevo ejemplo de pelea hasta el final. Retomando el testigo que dejó Raúl y su eterno espíritu de lucha. De él aprendió valores básicos en un futbolista del Real Madrid para crecer desde aquel diciembre de 2006 cuando aterrizó en el Santiago Bernabéu siendo un niño que comenzaba a despuntar con el River Plate.

Desde entonces su crecimiento ha sido progresivo. Ha marcado goles decisivos que dan Ligas, como en El Sadar de Pamplona en la temporada 2007-08, y sus números de goles subían cada temporada hasta que sufrió una hernia discal que le obligó a parar seis meses la pasada campaña.

En la actual, su entorno reivindicó su compatibilidad con Karim Benzema, pero a Mourinho no le tembló el pulso a la hora de decidir. Junta poco a los dos en el campo y cuando solo juega uno, puso fin a las rotaciones entre ambos apostando por el francés. Desde un segundo plano se acerca el momento de decidir para Higuaín. Su futuro está en sus manos.

Mostrar comentarios