Hoeness y escándalo a destiempo opaca campaña del mejor Bayern en muchos años

  • El escándalo a destiempo del presidente del Bayern, Uli Hoeness, amenaza con opacar una de las mejores campañas de la historia del club bávaro, justo en la víspera del partido de ida de la semifinal de la Liga de Campeones contra el Barcelona.

Rodrigo Zuleta

Berlín, 22 abr.- El escándalo a destiempo del presidente del Bayern, Uli Hoeness, amenaza con opacar una de las mejores campañas de la historia del club bávaro, justo en la víspera del partido de ida de la semifinal de la Liga de Campeones contra el Barcelona.

El club ha hecho esfuerzos por mantener el tema al margen de la previa del partido de mañana. Antes de la conferencia de prensa oficial, el portavoz del equipo, Markus Hörwick, advirtió que no se aceptarían preguntas sobre el tema Hoeness y el director deportivo, Mathias Sammer, ha asegurado que se trata de un tema que no afecta para nada la preparación del compromiso.

Sin embargo, la identificación del Bayern con la figura de Hoeness es algo demasiado fuerte como para que el tema sea relegado a un segundo plano, ante todo teniendo en cuenta que se ha convertido en el centro del debate social y político en Alemania en estos momentos.

El escándalo estalló durante el fin de semana, curiosamente por una información de la revista "Focus", publicación bastante cercana al Bayern y al propio Hoeness. Hoeness ha admitido que ha presentado una denuncia en contra de si mismo -por una cuenta bancaria que tenía en Suiza- lo que permite en Alemania pagar viejas deudas fiscales librándose de una persecución penal.

Sin embargo, se habla de un allanamiento del domicilio de Hoeness y de una investigación de la fiscalía, lo que hace pensar a muchos expertos que, en opinión del ente acusador, la autodenuncia de Hoennes estaba incompleta.

Hoeness, durante su larga trayectoria como funcionario deportivo -que empezó cuando tuvo que terminar su carrera como jugador por una lesión- ha sido una figura provocadora, que polariza y que se ha convertido en un icono que va más allá del fútbol.

El presidente del Bayern ha reclamado para si, durante décadas, una serie de valores que van desde la efectividad, que nadie le ha discutido nunca, hasta integridad -que ahora se le cuestiona- así como la generosidad y la lealtad ante los suyos, que ahora empiezan a verse bajo otras luces.

La evasión fiscal destroza la figura de Hoeness como apóstol de la moralidad, función que le ha gustado siempre ejercer.

A nadie se le olvida que fue él quien impidió que Christoph Daum e convirtiera en seleccionador alemán, acusándolo de consumo de cocaína, y que durante años ha acusado a otros equipos europeos de ni jugar limpio en la parte económica mientras presenta al Bayern como un ejemplo de solidez e integridad.

El carisma que emanaba Hoeness hizo que durante años figuras políticas de primer orden buscarán su cercanía.

El más cercano tal vez ha sido el exprimer ministro bávaro Edmund Stoiber, que fue miembro del Consejo de Vigilancia del Bayern, pero también la canciller Angela Merkel y su rival en las próximas elecciones. Peer Steinbrück, han buscado su sombra.

Ahora todos han empezado a distanciarse de él, a declarar su decepción. Y el compromiso social de Hoeness ahora, a la luz de sus pecados fiscales, empiezan a verse como la cara de alguien que parece tener una doble personalidad al estilo de Dr. Jekyll y Mr.Hyde.

La pregunta que muchos se hacen ahora es si Hoennes, en medio del escándalo, estará mañana en el estadio. El sábado, en el partido contra el Hannover en la Bundesliga, optó por no asistir, lo cual es bastante extraño en él.

En todo caso, tanto su ausencia como su presencia serán registradas mañana. Y su situación personal en estos momentos hacen que tal vez el mejor momento del Bayern desde que él rige los destinos del club coincida como el momento más bajo de su propia vida.

Tal vez el comentario más lapidario que se ha hecho sobre la situación actual de Hoeness fue el que hizo Daum -con quien ha tenido enfrentamientos durante décadas. Daum, confrontado con la situación de Hoeness, dijo sencillamente que le daba lástima.

Hoeness, de momento, calla pero ha dado a entender que unos días hará frente a la situación y ha amenazado a algunos medios con demandas.

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