"Estamos muy contentos con el torneo que hicimos. Un poco tristes porque queríamos todo, por un momento nos ilusionamos. Nuestro objetivo a largo plazo era (el Mundial de Japón en) 2019, pero a medio plazo era este Mundial. La idea de dejar armado el equipo para el futuro se logró con creces y estar entre los cuatro primeros fue un plus", comentó Hourcade después del partido ante los Springboks.
"Tenemos un equipo muy joven y que está lejos de su techo. Con el Rugby Championship y la franquicia tendremos 27 partidos por año y podemos crecer. Sólo se puede ver un gran futuro para el rugby argentino", estimó.
Hourcade dejó planear dudas sobre si su ciclo seguirá hasta el Mundial de Japón-2019.
"No hemos hablado todavía de Japón-2019. Si hay un arreglo para seguir sería por dos años. Y a partir de ahí mirar. Hay muchas cosas. Hay un desgaste. Si en dos años la cosas van bien, me parece bárbaro. Lo importante que se está dejando todo armado, pero los ciclos se cumplen", dijo, enigmático, el técnico.
La franquicia argentina que competirá desde el próximo año en el Super Rugby, el campeonato profesional del Hemisferio Sur, puede suponer un nuevo impulso para la albiceleste en su progresión en el planeta del balón ovalado.
"Se va a anunciar la semana que viene el entrenador del Super Rugby, pero no seré yo, habrá otro staff", señaló.
De esa franquicia dependerá el futuro de los Pumas, ya que la Unión Argentina de Rugby (UAR) decidió como política que sólo los integrantes de la franquicia vistan los colores del equipo nacional.
La prioridad ahora para Hourcade es que este Mundial sirva de trampolín para llegar más alto y que no ocurra como en la anterior vez que el equipo llegó a semifinales de la Copa del Mundo, en Francia-2007.
"Que no pase lo de 2007. Hubo una transición larga y no queremos que pase más. Hay una estructura armada y habrá continuidad para seguir creciendo", confió.
Hourcade se mostró orgulloso del Mundial que hizo su equipo.
"Este equipo será recordado como un equipo que dejó todo y que intentó jugar con un mayor poderío ofensivo. Ojala se recuerde como un equipo que abrió una puerta para el ataque y esperemos que no renuncie a esa bandera", indicó.
El seleccionador argentino lamentó el mal partido que hizo su equipo en la despedida del Mundial.
"No estamos contentos porque queríamos jugar mejor. No jugamos un buen partido. Ellos tuvieron una gran defensa y un dominio del brealkdown que nos hizo mucho daño. Eso no empaña nuestra campaña en el Mundial, pero si no jugamos bien no podemos estar contentos. La entrega gigante de este equipo en la parte final del partido me genera orgullo. Todo lo demás se entrena y se corrige", concluyó.
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