Iker Sarriegi perteneció a las filas de la Real Sociedad durante tres temporadas (1997-2000) pero una lesión grave en su rodilla izquierda, primero, y después en la derecha, tan solo le permitió disputar un partido oficial con la casaca blanquiazul en Primera División. Sucedió en el campo del Mérida. Unos días después recaía de una antigua lesión que se había producido en la pretemporada de la Real Sociedad en Holanda. Fue el principio del fin.
En ese momento comenzó el calvario de un prometedor futbolista que tras pasar por Hernani y Real Unión, dio muestras de su talento en el Éibar. Así, a los 23 años, la Real decidía incorporarlo a sus filas, club donde su padre actuaba como delegado. Pero sólo un encuentro en tres años y la imposibilidad de recuperarse de sus lesiones, hicieron que el jugador, con 26 años, decidiera colgar las botas y dedicarse de lleno a sus estudios de Derecho.
Sarriegi fue condenado en 1998 por insultar a un ertzaina en Irún. Ya retirado, en 2001, la Policía registró dos pisos que el ex-jugador poseía en San Sebastián. Aunque se le vinculó con ETA, en concreto con el Comando Donosti, en ningún momento llegó a ser detenido por ello. Tras licenciarse en Derecho, se dedicó a la abogacía, siempre relacionado con temas de la izquierda abertzale. Este miércoles, en una operación policial contra varios abogados del entorno etarra, fue detenido junto a otras nueve personas.
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