"Ilusión, hambre, normalidad, templanza y unión" para la reacción ante Chile

  • Las palabras ilusión, unión, hambre, normalidad, templanza, pasión, ganas y la condición de actual campeón surgieron hoy desde la selección española, ya con la cabeza en su reacción frente a Chile y con todos los cálculos pendientes de dos victorias, tras el demoledor 1-5 contra Holanda.

Iñaki Dufour

Curitiba (Brasil), 14 jun.- Las palabras ilusión, unión, hambre, normalidad, templanza, pasión, ganas y la condición de actual campeón surgieron hoy desde la selección española, ya con la cabeza en su reacción frente a Chile y con todos los cálculos pendientes de dos victorias, tras el demoledor 1-5 contra Holanda.

En un día de reflexiones, con esa derrota como un recuerdo recurrente y reciente en la mente de futbolistas, cuerpo técnico y medios de comunicación, digirió España el golpe durísimo en el encuentro disputado el viernes en Salvador, pero siempre con la mirada al frente, enfocando ya a dos triunfos para tener opciones.

"El vestuario está más unido que nunca. Nos invaden las ganas. Estamos llenos de pasión y orgullo. Nos encantaría jugar hoy mismo ante Chile", lanzó hoy Sergio Ramos en la conferencia de prensa, en una sala en el que, después de dos días de estancia en Salvador, amaneció con mensajes de motivación en una de sus paredes.

"Victoria y unión", "el grupo, la fuerza", "el grupo". Cada una en diferentes carteles de unos tres metros de altura, seguidos uno detrás de otro, con instantáneas de momentos memorables del equipo, en dos, y la foto oficial del Mundial, en otro, con todos los nombres de los 23 elegidos para el torneo por debajo.

Palabras reconfortantes y estimulantes para un equipo que lo ha ganado todo en los últimos seis años y que se encuentra, de repente, en una situación casi desconocida, en la última posición de grupo, pero con la misma determinación y convicción que les llevó a la cima del mundo en 2010, después de perder en el debut ante Suiza (0-1).

"Hay que estar unidos y juntos pensando en ganar el siguiente partido. No vamos a vivir del pasado, porque el escudo no gana campeonatos, pero sí de la ilusión que siempre nos ha movido", insistió Ramos, que tomó hoy el relevo de Iker Casillas, el capitán que asumió la palabra en el vestuario un minuto después del 1-5.

Nada más abandonar el césped del Arena Fonte Nova de Salvador, en una conversación "edificante", como la calificó Vicente del Bosque, el técnico de la Roja, Casillas abrió un discurso ante sus compañeros. Asumió su parte de responsabilidad en la derrota, en su peor día en la selección, y pidió unidad para levantarse juntos.

En el primer día soleado de su estancia en Curitiba, la selección amaneció hoy con ese sentido de normalidad que transmite minuto a minuto Vicente del Bosque. "Es lo mejor que hemos tenido cuando hemos ganado; la templanza para asumir con tranquilidad la victoria y la derrota sabiendo lo que hemos hecho mal", explicó el técnico, que también atendió a los medios con esa naturalidad que le caracteriza. Transmitió optimismo para todos. Fue interesantísimo.

En esa "normalidad" transcurrió el día en la concentración en la ciudad deportiva del Atlético Paranaense, a las afueras de Curitiba. Lo confirman varias imágenes: la distendida charla entre Casillas, Del Bosque y Xavi antes del entrenamiento o la de Sergio Ramos y Diego Costa camino del hotel juntos en bicicletas, incluso haciendo 'caballitos', después de una suave sesión sobre el terreno de juego.

El próximo miércoles espera Chile. No hay cálculos en la selección. Sólo ganar, ganar y ganar, como decía Luis Aragonés, el técnico que cambió la historia del equipo nacional en la Eurocopa 2008. También necesita golear, si puede, y luego confiar en que Chile no venza a Holanda, a la espera de la diferencia de goles, el primer criterio para deshacer un empate a puntos en Brasil 2014.

La segunda mayor derrota de España en la historia de los Mundiales, tras el 6-1 de 1950 ante Brasil, ha estrechado el margen de error de la Roja hasta el mínimo, pero desde esa derrota, desde esas ganas de revancha, resurge la selección, la confianza y la convicción de un equipo que aún cree en la clasificación.

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