Imputados por la muerte de Ingrid Visser y su novio comparecen juzgado Molina

  • Los tres detenidos como presuntos autores del crimen que acabó con las vidas de la jugadora de voleibol Ingrid Visser y de su pareja, Lodewijk Severein, han llegado a las 11:00 horas al juzgado de Molina de Segura para comparecer ante el magistrado que ha asumido la investigación del caso.

Murcia, 28 jun.- Los tres detenidos como presuntos autores del crimen que acabó con las vidas de la jugadora de voleibol Ingrid Visser y de su pareja, Lodewijk Severein, han llegado a las 11:00 horas al juzgado de Molina de Segura para comparecer ante el magistrado que ha asumido la investigación del caso.

Juan Cuenca, exgerente del club en el que militó la exdeportista holandesa y considerado como presunto organizador del crimen, ha llegado desde la prisión de Sangonera la Verde, en Murcia, a Molina de Segura en un coche de la Policía Nacional, que ha accedido a los juzgados por la puerta trasera.

Otro coche policial ha conducido al juzgado a los dos detenidos de nacionalidad rumana que están imputados en la causa, que han accedido a pie, y con semblante tranquilo, al edificio judicial, donde aguardaban desde una hora antes los letrados de los tres detenidos.

Según fuentes judiciales, la citación de hoy tiene como finalidad que Juan Cuenca y los dos rumanos presuntos autores materiales de los hechos se ratifiquen o no en lo que declararon cuando prestaron declaración al ser detenidos en Valencia.

Los tres fueron conducidos recientemente desde la prisión al Juzgado de Instrucción de Murcia con la misma finalidad, pero en aquella ocasión todos se acogieron a su derecho a no declarar por haber sido declaradas las diligencias secretas, lo que, en su opinión, les genera indefensión.

El juzgado de instrucción número 5 de Molina de Segura ha asumido la competencia del caso al considerarse acreditado que la muerte -producida por los golpes propinados en la cabeza con un objeto romo, según la autopsia- ocurrió en una casa rural ubicada en aquel municipio, que Cuenca había alquilado unos días antes.

Los cadáveres, desmembrados, aparecieron después metidos en bolsas que habían sido enterradas en un huerto de la pedanía murciana de Alquerías.

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