El inmenso restaurante itinerante del Tour de Francia

Unas sesenta personas se afanan durante el amanecer en todas las etapas del Tour para alimentar a los invitados y a los trabajadores de la carrera, un inmenso restaurante itinerante que ofrece productos frescos a más de 3.000 personas cada día.

Nadia va y viene entre la zona técnica y el comedor de la villa de salida con platos de embutidos o dulces en la mano. Durante el año trabaja en una empresa en Marsella. Pero en julio reserva casi un mes para levantarse a las 04h30 GMT y trabajar en los platos del día de la Grande Boucle.

En la tabla de cortar; paté, salchichón y otros embutidos de la tierra. Al lado se cocinan en un horno dulces y patatas fritas.

"Comenzamos con la charcutería, antes de que mi colega cocine los dulces", explica Nadia.

"Servimos a más de 3.000 personas por día entre la villa de salida, el relevo etapa (almuerzos durante el recorrido) y la llegada", explica Laurent Hetet, responsable logístico, a la cabeza de un equipo de 60 personas.

Además de los 1.200 invitados de la villa de salida, la empresa Sodexo se encarga de alimentar a las 600 personas 'móviles' de la carrera: motociclistas, coches, helicópteros y empleados de la caravana.

También se ocupa de los almuerzos organizados a lo largo del recorrido de cada etapa, para 150 y 300 invitados, de los que se ocupa un 'chef'.

En la llegada habrá otros 500 agraciados que degustarán sus platos y tomarán cocktails y copas de champán mientras el vencedor supera la línea de meta.

El Tour de Francia es una cita mayor para la multinacional "número 1 mundial en servicios de calidad de vida", como se define Sodexo, presente en 80 países.

Socio de Roland Garros y presente en los grandes estadios de fútbol francés (París, Lyon y Marsella), tiene un acuerdo con ASO, la gran organizadora de eventos deportivos, que además del Tour se ocupa del Dakar o del maratón de París.

"El Tour fue nuestro primer gran contrato deportivo, hace 25 años, es un gran orgullo", explica Nathalie Bellon-Szabo, directora de la división de deportes.

En el espacio 'gourmand' no hay lugar para una dieta: delicias de pollo, papas fritas, sirope, cocktails, embutidos... "Es un momento festivo", justifica Laurent Hetet.

A principios de año se publicó que el Tour había llegado a un acuerdo con un vino chileno, lo que provocó grandes críticas en el sector vinícola francés, el gran orgullo nacional.

"Todos nuestros productos son 100% franceses", inisiste Hetet. Incluso cuando el Tour visita el extranjero, como las pasadas jornadas en España y Andorra, la empresa cuenta con productos del Hexágono.

Un camión de 13 toneladas se encarga de los productos frescos y tres vehículos menores (3,5 toneladas) los dividen por las tres 'zonas' (salida, almuerzos durante el recorrido y llegada).

Un laboratorio confirma el respeto a las reglas de seguridad alimentaria, tomando muestras, para evitar que algún error provoque una intoxicación.

Para asegurar que no se rompa la cadena de frío se utilizan "sensores", explica Hetet.

"Los llevamos conectados a los teléfonos móviles para conocer la temperatura del camión, sobre todo por la noche, si hay el menor problema se activa una alarma", continúa.

Todas las precauciones funcionan, al menos normalmente. "Trabajamos de manera fluida e intentamos minimizar los problemas", añade el responsable, consciente de que su papel puede ser tan relevante como el de aquellos que se suben a la bicicleta.

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