Javier Balboa supera el infortunio y relanza su carrera en el Estoril luso

  • Lesiones, desconfianza de los entrenadores y problemas con representantes, son tres de los avatares que un futbolista desea evitar, pero Javier Balboa, canterano del Real Madrid, remó contra ellos hasta relanzar su carrera en el Estoril, revelación del fútbol luso.

Antonio Torres del Cerro

Lisboa, 8 mar.- Lesiones, desconfianza de los entrenadores y problemas con representantes, son tres de los avatares que un futbolista desea evitar, pero Javier Balboa, canterano del Real Madrid, remó contra ellos hasta relanzar su carrera en el Estoril, revelación del fútbol luso.

Desde que debutó en el Real Madrid en 2005, en un partido en el que sustituyó a David Beckham, hasta que en 2013 bajó de división con el Beira Mar luso, el hispano-guineano Balboa (Madrid, 1985) aprendió que la carrera del futbolista moderno dista de ser un camino de rosas.

"Lo que he aprendido estos años es la injusticia del fútbol", resumió de forma lapidaria en una entrevista a EFE el delantero, miembro de una de las últimas generaciones de oro de la cantera del Real Madrid en la que también se destacaron Álvaro Negredo, Roberto Soldado, Filipe Luís, Javi García, Rubén de la Red o Borja Valero.

Hasta emerger hoy como uno de los nombres importantes del Estoril -cuarto en Liga y al que aporta calidad en los últimos metros, inteligencia táctica y goles-, el madrileño criado en Alcalá de Henares ha tenido que atravesar duros obstáculos.

Como la mayoría de su quinta de cantera, decidió emigrar para sumar minutos, a pesar de haber demostrado en la Primera española un fútbol consistente al servicio del Racing de Santander, en el que estuvo cedido por el Real Madrid en la temporada 2006-2007.

Así, arrastrado por la "impaciencia" de un joven que quiere jugar más, se mudó al coloso Benfica a cambio de cuatro millones de euros.

Aunque el entonces técnico del club luso, Quique Sánchez Flores, había pedido expresamente su fichaje, en el Benfica sumó muy pocos minutos.

Balboa analiza ahora con otros ojos esa salida del Real Madrid y rememora los consejos de su amigo 'Guti', célebre y discutido jugador del Real Madrid también formado en las categorías inferiores.

"Él (Guti) siempre me decía que aguantase, que tuvieses paciencia y que no iba a estar en ningún sitio mejor que el Real Madrid y tiene razón, a lo mejor tenía que haber aguantado una temporada más", asume.

Sin espacio en el Benfica, Javier Balboa fue cedido al Cartagena y al Albacete, experiencias marcadas por el dolor de las lesiones y por un descenso de categoría, respectivamente.

El futbolista se asomó entonces al precipicio, pero Portugal volvió a tocar su puerta.

El Beira-Mar, un pequeño club de Aveiro (norte), confió en un jugador que conservaba explosividad y potencia en los últimos metros, pero que también aportaba goles.

En su primer curso, lograron la meta de salvar la categoría y, en el segundo, durante el que estuvo lesionado varios meses, bajaron.

A pesar del descenso, Balboa había anotado seis goles en todas las competiciones y había llamado la atención de Marco Silva, el emergente entrenador del Estoril, que solicitó su fichaje.

Esta temporada, a Balboa le costó encontrar un lugar fijo en el once, pero en la segunda vuelta está disparado.

"Me siento bastante bien, con confianza de parte del entrenador, que es muy importante", asevera.

Y esa confianza se ha traducido en asistencia y goles muy importantes. Hace tres semanas un testarazo suyo dio tres puntos a su equipo en el campo del difícil Académica de Coimbra.

"La confianza es un 70 por ciento de lo que se puede llegar a desarrollar en un partido", analiza.

El Estoril, un modesto club a las afueras de Lisboa, va camino de clasificarse por segunda vez consecutiva a la Liga Europa, torneo que ya jugó este año encuadrado en el mismo grupo del Sevilla.

Ofensivo jugador de banda desde sus inicios en el Real Madrid, actualmente Balboa puede desempeñar varias posiciones en el frente de ataque.

"Lo que más te da esa evolución es el partido a partido y el jugar, si no juegas es muy difícilmente evolucionas", razona el futbolista de zancada poderosa.

Atrás dejó sus lesiones en la rodilla y atrás también quedó su experiencia traumática con representantes de jugadores.

"Es un mal necesario (...) cada vez quieren abarcar más para tener más comisiones y es difícil tener confianza en uno", reconoció el futbolista, hoy en día sin ningún representante fijo.

Gracias a haber jugado esta temporada la Liga Europa, Balboa ha ganado visibilidad y, en plena madurez futbolística, con casi 29 años, está preparado para "mejorar siempre".

El fútbol inglés y el alemán son los predilectos del jugador, que mañana gozará de un nueva oportunidad de mostrarse a más ojos. Se enfrenta a su exequipo Benfica, líder del campeonato.

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