Joel González: "Soy un defensor de la alegría"

  • El español Joel González, campeón olímpico y mundial de taekwondo, reconoce la posibilidad de estar dotado de un talento superior para su deporte, pero cree que la causa de sus triunfos radica en algo más simple, su alegría.

Gustavo Borges

Puebla (México), 19 jul.- El español Joel González, campeón olímpico y mundial de taekwondo, reconoce la posibilidad de estar dotado de un talento superior para su deporte, pero cree que la causa de sus triunfos radica en algo más simple, su alegría.

"Soy un defensor de la alegría, un aventurero que vive la vida como si fuera una fiesta. Me gusta divertirme en el taekwondo, pero igual lo hago cuando practico submarinismo, motocross y esquí", explica a Efe el peleador gerundense de 23 años.

El año pasado, González venció 17-8 al coreano Lee Daehoon para ganar los Juegos Olímpicos de Londres 2012 y cerrar un ciclo de victorias en todos los niveles, luego de convertirse en campeón mundial en Copenhague 2009 y Gyeongju 2011 y de conquistar los campeonatos europeos de San Petersburgo 2009 y Manchester 2012.

"Debo tener algo de talento porque los demás de la selección española se entrenan igual de duro que yo, pero no pienso mucho en esas cosas porque para mí la diversión se reduce en subirme al tapiz a pelear", confiesa.

Después de ganar todo el pasado ciclo olímpico, mañana González comenzará una nueva etapa de su vida en el Campeonato Mundial de Puebla, México. A pesar de que no tenía problemas para dar los 58 kilos, decidió empezar de cero en una categoría extraña, los 63, a la cual ha llegado como un advenedizo, al que ni siquiera le reconocen los puntos en el ránking.

"Es un nuevo reto y me muero de ganas por emprenderlo; será algo muy emocionante", dice.

Joel era un buen futbolista escolar del equipo Figueras, pero cuando tenía 11 años su padre abrió una escuela de taekwondo en el piso de abajo de su casa y a las pocas semanas el niño le pidió inscribirse. Enseguida mostró su talento y a los 16 años se vio obligado a tomar una decisión de persona mayor.

"Me llamaron al centro de alto rendimiento de Murcia, a 800 kilómetros de mi casa, y dudé en dar el sí porque pensé en la familia y los amigos; al final mis padres me apoyaron, me fui y mi vida giró en la dirección del taekwondo", comenta.

Aunque quizás sea el deportista español de mejor rendimiento en los cuatro últimos años, González no es un atleta obsesivo. De lunes a viernes se alimenta sano, pero los fines de semana come pizzas o lo que se le presente porque para él el taekwondo no es sacrificio.

"Es mi diversión, sigo la disciplina, trabajo duro, pero no lo veo como sacrificio porque lo disfruto. Nunca he sentido nada difícil en esto, ni siquiera cuando me tocaba bajar de peso", dice.

Habla francés, idioma que aprendió cuando fue novio de Stephanie Oliive, competidora de la selección de Francia, pero reconoce que debe tomar clases para mejorar su inglés." Es uno de los pendientes", asegura el chico, abanderado del Comité de candidatura de Madrid para ganar la sede de los Juegos Olímpicos de 2020.

Es amigo de sus rivales, entre ellos el mexicano Damián Villa a quien le ganó la final del Mundial de 2009 y fue uno de los primeros en felicitarlo cuando se hizo campeón olímpico. Sin embargo en el tapiz, según sus contrarios, es un tipo intratable.

Es lo que tratará de demostrar este sábado cuando debutará en el Mundial contra el campeón de África, Hamza Gbane, de Costa de Marfil.

"Será un rival duro, bueno para empezar mi historia en una división nueva. Es verdad que por ahora mis rivales serán más pesados, pero no voy a pensar en eso ni a ponerme presiones porque lo mío es divertirme y si lo hago aumentaré las posibilidades de ganar, también en los 63", asegura.EFE.

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