Kwiatkowski, "El Tigre del Báltico" se rebela

Mulhouse (Francia), 13 jul.- Michal Kwiatkowski (Dzilyn, Polonia, 24 años) luce el maillot blanco en el Tour de Francia que le acredita como el corredor menor de 25 años mejor clasificado, en lucha con los grandes y dispuesto a hacer valer una ambición ilimitada, avalada por sus resultados en la presente temporada.

"El Tigre del Báltico" ya destacó en 2013 con un gran undécimo puesto en su debut en el Tour, y este año ha ganado a todos los ilustres, como al propio Alberto Contador en la Vuelta al Algarve, a Sagan, Valverde y Cancellara en la Strade Bianche, y a Froome en el prólogo contrarreloj de Romandía.

Es el actual campeón de Polonia, y a pesar de su apellido casi imposible de pronunciar se ha convertido en uno de los hombres fuertes del Tour por méritos propios, un hombre a controlar por los grandes favoritos. Es el corredor revelación de la temporada y aspira al podio del Tour.

Kwiatkowski afronta la cita clave de Los Vosgos en la parte noble de la general, sexto a 2.26 de Nibali, la referencia, a pesar de que el francés Tony Gallopin lucirá de manera testimonial el maillot amarillo.

Se declara dispuesto a pelear con los mejores hasta el final. "Intento hacerlo lo mejor que puedo en la general, pero no sé qué puedo hacer contra Contador y Nibali. Ante todo intento sobrevivir día tras día y hasta ahora no me ha ido demasiado mal", comenta.

Gracias ""a la paciencia del equipo Omega" ha empezado a conseguir grandes resultados. En su tercer año en la escuadra belga ha gando la Vuelta al Algarve y la Strade Bianche, segundo en la Vuelta al País Vasco y tercero en la Flecha Valona y Lieja.

Aparte de las tres temporadas en el Omega, Kwiatkowski tiene dos años como profesional, el primero en el Caja Rural, del que guarda grandes recuerdos.

"Los años en España fueron maravillosos. Llegué con mi hermano Radoslaw, vivimos en Alsasua y tuvimos el apoyo de mucha gente", recuerda.

Aquel paso por el conjunto navarro fue clave para su futuro, pues pudo disputar pruebas como la Vuelta a Murcia. La buen impresión ofrecida en la carretera despertó el interés del Radioshack, que le fichó, y más tarde de su actual equipo, el Omega.

El paso al frente que ha dado este año no tiene mucha explicación para "Kwiato", pues apenas ha cambiado nada en su preparación respecto a 2013.

"He seguido como siempre. Supongo que es el trabajo acumulado de años atrás", asegura.

De sus siete victorias en la presente temporada, el campeón polaco recuerda con especial emoción la de la Strade Bianche, "por su singularidad, ya que se disputa por caminos de tierra, pero todas son grandes experiencias".

Sus triunfos se producen en todo tipo de escenarios, lo que da una idea de su condición de corredor completo. Gana en montaña, contrarreloj y clásicas.

Dice que no se quiere limitar a un tipo de carrera concreta. "Mi entrenamiento tiene como objetivo principal las vueltas, pero si destacas en ellas también puedes hacerlo en las clásicas. Me entreno para mejorar mis puntos débiles. Mi ventaja es que soy un corredor todo terreno".

En el Tour 2014 llevó el maillot blanco de mejor joven durante diez etapas y fue undécimo. "Mi objetivo es mejorar el puesto". Todo apunta a que volverá a brillar con luz propia en la presente edición. Algunos dicen que se trata de un futuro vencedor del Tour, pero eso lo considera "palabras mayores".

"Algunos me dicen eso y lo he leído varias veces, pero yo me centro en mi trabajo. No pienso en lo que va a pasar el año que viene", dijo.

Kwiatkowski se hizo ciclista "porque vivía en un pueblo muy pequeño (Dzilyn) y no tenía muchas cosas para divertirse. Un entrenador de ciclismo le cambió la vida.

"Había un entrenador en el pueblo y le preguntó a mi hermano si quería ser ciclista. Dos años después, yo tenía diez y empecé también en la bicicleta, siguiendo los pasos de mi hermano mayor", comenta.

Ya desde juveniles se le descubrió madera de campeón. Fue campeón de Europa de la categoría en carretera y contrarreloj

.Recuerdos no muy lejanos mientras vive la aventura del Tour 2014. De momento viste de blanco y se codea con los más grandes, que le respetan como uno de los favoritos. Joven, pero sobradamente preparado.