El Zenit San Petersburgo ha sido sancionado con una derrota por 3-0 y una multa de un millón de rublos (20.700 euros) por el puñetazo que uno de sus aficionados propinó al capitán del Dinamo Moscú, Vladimir Granat, el pasado domingo en el choque de la Premier League rusa.
La Unión Rusa de Fútbol también ordenó al conjunto de San Petersburgo jugar dos partidos a puerta cerrada y otros tres con la sección del estadio Petrovsky donde se suelen situar sus hinchas más radicales.
El Dinamo Moscú estaba ganando 4-2 en el minuto 86 del partido cuando un centenar de aficionados invadieron el terreno de juego y uno de ellos incluso agredió al defensa en la cabeza, provocándole una conmoción. El colegiado del choque decidió suspenderlo, mientras que el agresor, de 45 años e identificado por la policía, no ha podido todavía ser arrestado.
"El castigo es severo pero, junto con la policía y las organizaciones judiciales de la ciudad, estamos trabajando para asegurarnos que tales incidentes en los que están implicados aficionados no se volverán a repetir en nuestro estadio. De cara a la multa, el 'hooligan' que golpeó al futbolista del Dinamo y aquellos que invadieron el terreno de juego pagarán parte, una vez que hayan sido identificados", apuntó en un comunicado el director general del Zenit, Maxim Mitrofanov.
El Zenit San Petersburgo marcha segundo en la clasificación liguera, a un punto del CSKA Moscú, y se enfrenta al Kuban Krasnodar en el último partido de la temporada.
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