La apuesta por entrenadores jóvenes ha reportado buenos resultados a la Real

  • El nuevo entrenador de la Real Sociedad, Jagoba Arrasate, es uno de los técnicos más jóvenes elegidos para diseñar una temporada en la historia reciente del conjunto vasco, que siempre ha rentabilizado este tipo de apuestas.

Carlos Rodríguez

San Sebastián, 10 jun.- El nuevo entrenador de la Real Sociedad, Jagoba Arrasate, es uno de los técnicos más jóvenes elegidos para diseñar una temporada en la historia reciente del conjunto vasco, que siempre ha rentabilizado este tipo de apuestas.

El preparador vizcaíno, socio de la Real desde 1992, acaba de cumplir los 35 años hace un par de meses.

Sólo existe un precedente más joven, Roberto Olabe, quien con sólo 34 estuvo varias semanas entrenando a la Real Sociedad cuando John Toshack fue destituido en marzo de 2002, aunque fue una situación de emergencia, sin margen de maniobra por parte del club en el final de aquella temporada.

Olabe ni siquiera figuró como entrenador, ya que era Jesús Mari Zamora quien ponía el título de entrenador del que carecía el exguardameta navarro de la Real.

Un antecedente similar al de Arrasate se encuentra en el histórico Alberto Ormaetxea, quien accedió al cargo con casi 39 años y llevó al equipo a alcanzar sus más altas cotas en el inicio de la década de los 80.

Ganó dos Ligas, hizo subcampeón a un conjunto de cantera y lo metió en semifinales de la Copa de Europa, la ahora denominada Champions League.

Un segundo ejemplo de juventud en el banquillo blanquiazul fue también John Benjamin Toshack, que llegó a San Sebastián con 36 años, dirigió en tres etapas diferentes a la Real y, sobre todo en la primera, fue un auténtico revolucionario e implantó un sistema de juego todavía hoy recordado.

Cuarenta años tenía cuando llegó a San Sebastián el alemán Bernd Krauss, otro joven preparador que llevó al equipo a Europa al clasificarlo tercero en su primera temporada en Zubieta.

El último antecedente es el del galés Chris Coleman, con 37 años, desconocido en su momento en el fútbol internacional y que fichó por la Real avalado por el omnipresente Toshack cuando el equipo bajó a Segunda División.

La llegada de Iñaki Badiola a la presidencia acabó con su breve etapa en el banquillo blanquiazul cuando estaba a punto de meter a la Real en posiciones de ascenso y su trayectoria se dibujaba en forma ascendente.

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