La doble batidora de Froome ha regresado, no está descartado

José Luis Sorolla

La Camperona (León), 6 sep.- Las cuentas que le quedaron pendientes en la Vuelta 2011, en la que fue superado por un mínimo margen por Juanjo Cobo, se las quiere cobrar en esta edición el británico Chris Froome (Sky) que hasta el final en La Camperona leonesa había dado señales antagónicas.

Además, también tiene que resarcirse de su abandono del pasado Tour, lo mismo que Alberto Contador, o Purito Rodríguez en el Giro. Todos ellos habían preparado estas pruebas con la intención de ganarlas. Sin embargo las diferentes caídas que sufrieron les terminaron dejando fuera. La Vuelta 2014 es su oportunidad y no quieren dejarla pasar.

A su mejor nivel, el británico de origen keniano practica una cadencia de pedaleo tan alta que parece alcanzar las revoluciones de una batidora a la vez que está atento a la pantalla de la computadora SRM, también conocida en el pelotón como "la batidora", que le indica que potencia está desarrollando y cuál es el límite que no debe sobrepasar para no hundirse.

"Solo quería ir a mi ritmo porque sabía que los que atacaban se iban a tostar", ha sido la descripción que ha utilizado para explicar su modus operandi en la etapa de La Camperona.

Su obsesión por controlar su límite agonístico sin sobrepasarlo es permanente. Las miradas al centro de su manillar para contemplar "las órdenes" que percibe la computadora de su organismo son constantes.

"Vigila constantemente la batidora para no pasarse de vueltas" dijeron sus rivales el primer día que se le vio hacer la goma camino del Santuario de San Miguel de Aralar, pero añadieron que "no se le puede dar por descartado". Y, en cuanto ha podido, ha demostrado que así es.

Hasta el momento, el vencedor del Tour 2013 no había estado a la altura esperada ni en la contrarreloj de Borja, donde fue superado por sus principales rivales para conquistar "la Roja" como al día siguiente en las rampas de San Miguel de Aralar en las que se estiraba hacia delante y hacia atrás de manera preocupante aunque finalmente marcó el mismo tiempo que los mejores.

Más de uno no entendió el trabajo de Philip Deignan con su líder por detrás descolgándose, pero al final el keniano le felicitó por lo que había hecho.

En el equipo Sky, que ha llevado hasta el límite la tecnología en la competición y que en muchas ocasiones resta vibraciones a las carreras, sigue confiando ciegamente en su corredor y lo demuestra poniendo a trabajar en favor del líder hasta la extenuación cada vez que el recorrido se lo permite.

Sus rivales, los que le ven pedalear en el pelotón cada día durante varias horas, ya le habían apuntado con el dedo acusador. "Está muy bien y no te puedes fiar de él", han dicho.

El juego en la Vuelta empieza a estar entre hombres que saben lo que es ganar una gran carrera por etapas, como es el caso de Alberto Contador y Alejandro Valverde. Por detrás les sigue una jauría que no han visitado lo más alto del podio pero han pisado los otros dos cajones.

Purito Rodríguez, bordeando el enfado, ha señalado que no es que haya vuelto es que "siempre ha estado ahí. Es un tío que ha ganado el Tour y es de los mejores del mundo" y por su puesto tiene claro que nadie puede "descartarlo" para luchar por todo.

Del extraño juego de parecer que no puede seguir el ritmo y después atacar, según el de Parets del Vallés no es ninguna sorpresa. "Sabe que tiene que ir a un paso y no se calienta", argumenta.

El líder Alberto Contador, camino de las rampas imposibles de La Camperona, ha tenido que renunciar a seguir al británico "cuando ha cambiado de ritmo". Además ha recordado que sigue muy arriba en la clasificación general y va a ser un hombre a tener en cuenta. Lo mira con el rabillo del ojo y no se fía.

"Va a ser peligroso", sentencia Alejandro Valverde que hoy cuando ha lanzado su ataque ha parecido que ponía contra las cuerdas al británico, pero cuando el computador le ha dicho a Froome que era el momento ha pasado a la acción y el murciano ha visto cómo le era imposible seguir su alocado ritmo de pedaleo.

La Vuelta sigue abierta, muy abierta y "todavía queda mucho, aunque es un día menos". A menos de un minuto y medio del líder Contador están Valverde, Froome y Purito Rodríguez. Un margen escaso para "la igualdad de fuerzas que hay" y que puede decantarse "por las bonificaciones", una de las obsesiones que acechan los últimos días al de Pinto.