La eliminación más cruel

  • A diferencia de los sucedido en ediciones anteriores, México padeció en Brasil su derrota más dolorosa, su eliminación más cruel del Mundial, que prolonga el maleficio de los octavos de final en su historia.

Santiago Aparicio

Fortaleza (Brasil), 30 jun.- A diferencia de los sucedido en ediciones anteriores, México padeció en Brasil su derrota más dolorosa, su eliminación más cruel del Mundial, que prolonga el maleficio de los octavos de final en su historia.

La buena pinta que generó el fútbol de la Tri, impulsado por el trabajo consecuente de su entrenador Miguel Herrera, alienta, no obstante, el futuro de un equipo joven, con perspectiva y plagado de ambición.

Son una losa los octavos para la historia del fútbol mexicano. La padecida en el estadio Castelao de Fortaleza es la sexta ocasión consecutiva que el combinado americano se queda en puertas de los ocho mejores de un Mundial, algo que solo ha conseguido en dos ocasiones a lo largo de su historia. Ambas como anfitrión. En México 1970 y en México 1986.

La fractura de tibia de Héctor Moreno es la principal y más grave secuela del viaje de vuelta emprendido por la selección. El central del Espanyol estará cuatro o cinco meses fuera de los terrenos de juego.

Algunos consideran su lesión como clave en la derrota ante Holanda. El zaguero tuvo que abandonar el campo justo antes del descanso. Y es un seguro de vida en el esquema de Herrera. A partir de ahí México cambió. Cedió terreno tras su gol a Holanda y perdió el control de la situación.

Una eliminación dolorosa, centrada en las culpas al árbitro el portugués Pedro Proenca, en el 'teatro' de Robben o en la propia maldición.

"De cuatro partidos, hemos tenidos tres con arbitrajes desastrosos, con tres clavados. Cuando mandan a un árbitro de una misma confederación del equipo que está jugando, las decisiones dudosas siempre van en contra de México", dijo Miguel Herrera.

México fue una de las grandes sensaciones de la primera fase. Con un proyecto serio y jugadores de nivel mantuvo el tipo ante los mejores. De hecho, arrebató el papel clasificatorio a Croacia, al que muchos apuntaban con el favorito para los octavos de final por detrás de Brasil y por delante del equipo mexicano.

Con un sólido bloque y un notable convencimiento de solidaridad entre los futbolistas, México ganó a Camerún (1-0), mantuvo el tipo frente a Brasil (0-0) y superó al conjunto croata (3-1). Cuatro tantos a favor y solo uno en contra.

La desgracia se cebó con el México, que se quedó a dos minutos de lograr su sueño. En el 88 ganaba a Holanda, que aprovechó un error defensivo y un penalti en el tiempo añadido para salvarse del adiós al que condenó al cuadro de Herrera.

Poco o nada que ver con despedidas de los anteriores mundiales. "Siempre faltó algo. A excepción de Francia 1996, que fue una situación puntual, otras veces faltó calidad, convencimiento, concentración.. varias cosas que ahora no faltan", dijo el preparador mexicano.

"No estuvo en nuestras manos la decisión de seguir. En Alemania-2006, México fue mejor en octavos que Argentina, pero un golazo de Maxi Rodríguez nos dejó fuera. Pero hoy no fue así, no hubo un golazo, fue una mala decisión arbitral", resumió Herrera.

El futuro, sin embargo, parece firme para un combinado que debe ir a más en el futuro. El meta Guillermo Ochoa fue la revelación del equipo. El sosten en momentos decisivos.

El hombre de las paradas imposibles fue un hallazgo en Brasil. Y tras él debe mantenerse el bloque que ha ilusionado a México, heredado del título olímpico de Londres 2012

Herrera, el artífice de la nueva ilusión, debe seguir al mando. La mayoría de los futbolistas se muestran a favor de un motivador capaz de exprimir al máximo las virtudes de sus jugadores. El que debe conducir la nave a un nuevo intento en Rusia 2018.

Otros dirán adiós, como el veterano zaguero Rafael Márquez: "Seguramente no esté para el próximo Mundial", dijo tras la derrota el defensa de 35 años. Una situación a la que se acercan otros como Francisco José Rodríguez, Oribe Peralta o Carlos Salcido, con más de treinta años.

El resto puede alcanzar Rusia en plena madurez. Incluso Andrés Guardado, el mayor de la camada con 27 años.

Y a la espera de Carlos Vela. El regreso a la Tri del delantero de la Real Sociedad, que fuera campeón del mundo sub 17, es el objetivo del futuro de México, que en Brasil vislumbró que aún puede ser mejor.

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