La emboscada inusual y memorable

  • La de ayer, en Fuente Dé, será una de las etapas que queden en la retina de todos, una de esas jornadas históricas para el ciclismo, y no hay muchas más en lo últimos años de carreras previsibles y de laboratorio, fue un día para decir "yo estuve en allí".

José Anselmo Moreno

Palencia, 6 sep.- La de ayer, en Fuente Dé, será una de las etapas que queden en la retina de todos, una de esas jornadas históricas para el ciclismo, y no hay muchas más en lo últimos años de carreras previsibles y de laboratorio, fue un día para decir "yo estuve en allí".

Y es que ya no suele haber emboscadas en el ciclismo moderno. Todos hablaban de eso esta mañana en la salida de Aguilar de Campoo. Lo de Fuente Dé recordó a la Vuelta ganada por el segoviano Pedro Delgado al escocés Robert Millar en la sierra madrileña en 1985. Recordó también al ataque de Carlos Sastre en Alpe d'Huez. El abulense arrancó en la primeras rampas del puerto y se llevó contra pronóstico el Tour de 2008.

También lo sucedido camino de Potes evocó el ataque de Alberto Contador en el Giro de 2011. No era una etapa excesivamente dura, como la de ayer en Liébana, pero el madrileño arrancó en la subida al volcán Etna y puso "en erupción" aquella ronda italiana que terminó ganando.

Otro ataque lejano para intentar ganar fue el Floyd_Landis en el Tour de Francia de 2006, pero aquello no sirvió para nada porque al estadounidense dio positivo en la etapa y el gallego Óscar Pereiro se acabó llevando aquella "grande boucle".

Las luchas entre Luis Ocaña y Eddy Merckx estuvieron llenas de emboscadas como la de ayer, pero de eso hace ya cuarenta años. La rivalidad entre el español y el francés les llevaba a "atizarse" desde el kilómetro cero, enfurecidos, con rabia. Eso ya no se estila En la Vuelta de 1983, el protagonista de una emboscada fue Bernard Hinault. Lo de ayer fue como un "déjà vu" de aquel día. Sucedió en un puerto de Ávila donde tuvo lugar una de las etapas más gloriosas de la historia de la Vuelta. Se subía el puerto de Serranillos y allí "El Caimán" realizó una de las mayores exhibiciones de su carrera.

Los españoles creían que el triunfo sería para Gorospe, Alberto Fernández o Marino Lejarreta. En aquella 17ª etapa de 1983 se ascendían cuatro puertos del Sistema Central e iba a resultar decisiva. Ayudado por un joven Laurent Fignon, Hinault atacó en las primeras dificultades montañosas de la jornada.

Aunque al principio consiguieron resistir la mayoría de favoritos, aquellos ataques pasarían factura al final del día. Gorospe perdió el liderato a causa de los más de veinte minutos de retraso en la línea de meta. Así, Bernard Hinault se hacía con su segunda Vuelta a España como puede haber hecho ya Alberto Contador en esta edición de 2012, veintinueve años después.

"La etapa de Fuente Dé creo que quedará para siempre en la memoria del ciclismo. Me recordó a la etapa de Pajares cuando Roberto Heras (en 2003) dejó a Menchov", recordaba esta mañana Joaquim "Purito" Rodríguez.

"Lo de ayer lo va a recordar la gente, era muy arriesgado atacar desde tan de lejos, pero me la jugué porque en ciclismo el que no arriesga no gana", decía Alberto Contador.

El corredor madrileño entró en la meta gritando y levantando los brazos como si hubiera marcado el gol de Iniesta en el Mundial de Sudáfrica. Se le olvidó "disparar" a la pancarta de meta como hace habitualmente pero ya apunta a su segunda Vuelta.

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