La enfermería condiciona al CAI Zaragoza para recibir al Gran Canaria 2014

Zaragoza.- En su primera comparecencia en casa de la segunda vuelta, el CAI Zaragoza recibirá al Gran Canaria 2014 condicionado por los escasos efectivos que tiene en plenitud de facultades y los diferentes problemas físicos que afectan a varios de sus jugadores claves.

Antes del parón por la celebración de la Copa del Rey, en el club aragonés apostaban por intentar dar el tirón hacia la zona de la tranquilidad en la clasificación en los dos partidos que deben disputar, el primero por contar el respaldo de sus seguidores y el segundo por tener que enfrentarse al colista CB Granada aunque lejos de Zaragoza.

Los innumerables problemas físicos que arrastra la plantilla que dirige José Luis Abós hace que el partido ante los grancanarios se haya convertido casi en una cuestión de orgullo y de grupo el sacarlo adelante.

Abós ya advirtió en su comparecencia que podría ser un buen momento para hacer virtud de todos esos problemas y que la cohesión del grupo sea la que les haga ser más fuertes porque "hay veces que los equipos se hacen más fuertes con la dificultad".

A la baja segura del base Carlos Cabezas, que sigue recuperándose de su lesión en la mano, las dudas más claras de Abós para medirse a los isleños son las del escolta Paolo Quinteros, con una rodilla inflamada, y el pívot Rafael Hettsheimeir, aquejado de una lumbalgia, mientras que recupera al pívot Pablo Aguilar que no pudo jugar la pasada jornada por un esguince de tobillo.

Anotarse la victoria ante los grancanarios supondría para los rojillos un notable balón de oxígeno para, como mínimo, mantener las dos victorias de margen con las que cuenta sobre las dos posiciones de descenso y afrontar con mayor tranquilidad esta segunda vuelta en la que disputará en el Pabellón Príncipe Felipe nueve partidos.

Uno de los puntales en los que los zaragozanos intentarán sobreponerse a las diferentes adversidades es en el respaldo incondicional que les están otorgando sus seguidores esta temporada y que les ha permitido hacer de la pista maña una fortaleza de la que para los forasteros no suele resultar fácil salir victoriosos.