La España invencible, contra los elementos

  • La selección española se encuentra en Lituania para disputar un partido de clasificación para la Eurocopa 2012, aunque todo dependerá de que el delegado de la UEFA dé el visto bueno al terreno de juego del estadio Darius y Girenas, más cercano a un patatal que a un campo de fútbol. El primer contratiempo llegó, sin embargo, en el propio aeropuerto de Kaunas, y es que los elementos parecen aliarse contra La Roja.
Jorge Ramírez Orsikowsky

En 1588, el rey de España Felipe II envió contra Inglaterra una poderosa flota a la que se conoció como la Armada invencible y que, sin embargo, fracasó en su empresa de apoyar la conquista de las Islas Británicas por culpa de la furia del mar y las tormentas. Cuentan que, cuando los barcos españoles regresaron a la Península Ibérica, el monarca dijo: "Yo envié a mis naves a pelear contra los hombres, no contra los elementos". Cuatro siglos y pico después, otra España invencible acude al norte, esta vez a Lituania, con más respeto hacia los elementos (el terreno de juego) que hacia sus rivales.

Esta nueva España invencible (lo de Armada invencible suena más a tenis u otros deportes) genera tanta envidia y admiración fuera del país como entusiasmo e idolatría dentro. No es para menos. Actual campeona de Europa y del mundo, líder del Grupo I de clasificación para la Eurocopa de Polonia y Ucrania con un pleno de victorias (cuatro de cuatro)... La Roja está de moda y no pierde un partido de clasificación desde octubre de 2006 (los amistosos son otro cantar).

Después de derrotar a la República Checa en Granada y afianzarse en el primer puesto, a la selección le toca rendir visita a Lituania, penúltima del grupo sólo por delante de la debilísima Liechtenstein, habitual Cenicienta en estas fases de clasificación. El partido, a priori, se presenta asequible, tanto por el momento actual como por la gran diferencia de potencial entre los dos equipos: la primera selección del ránking FIFA contra la que ocupa la quincuagésimo cuarta posición (54ª). Sin embargo, los españoles están muy preocupados con un elemento, el terreno de juego.

El césped del estadio Darius y Girenas puede recibir muchos nombres, pero césped, la verdad, no tiene mucho. Más parece un patatal, un campo de sembrado, que un terreno de juego en el que se puedan disputar partidos internacionales de fútbol. Andrés Iniesta, el autor del gol que dio a España su primer Mundial, fue muy claro cuando le preguntaron sobre el césped. "Es cierto que en la imágenes que hemos visto me acuerdo de cuando jugábamos en campos de tierra en cadetes e infantiles". El jugador del Barcelona tiene claro que, si finalmente se juega el partido, el campo va a ser un obstáculo mucho más complicado para el fútbol de toque de la selección que la propia ituania, pero asegura que, "si se juega", van "preparados para hacerlo".

Si a la Armada invencible la dirigió un duque, el de Medina-Sidonia, a la selección la entrena un Marqués, Vicente del Bosque. El seleccionador es consciente de las dificultades que va a deparar el césped y se plantea la posibilidad de hacer rotaciones para dar descanso a los jugadores. Uno de los que podría entrar en el once es Fernando Llorente ante la posibilidad de tener que jugar por arriba más de lo deseado. Otro jugador del Athletic, Javi Martínez, podría tener también sus opciones, y quizá en la defensa Del Bosque meta a Raúl Albiol en el centro de la zaga. De todas formas, posiblemente ni el propio seleccionador tenga todavía claro el equipo que sacará ante los lituanos.

Por si fuera poco, otro 'elemento' se metió en el camino de España. El aeropuerto de Kaunas es pequeño y sólo tiene una máquina para mover los enormes contenedores de equipaje. Ese aparato estaba averiado cuando la selección española llegó a Lituania en avión, por lo que toda la expedición tuvo que acudir al hotel sólo con el equipaje de mano. Un incidente menor porque ya en esta pasada madrugada del lunes se solucionó, pero que demuestra que España debe andarse con ojo en un partido que tiene trampa, y en el que los elementos parecen aliarse para poner dificultades. Hasta llueve y hace frío, mucho frío, lo que llevó a Piqué a hablar de pingüinos en Lituania en su Twitter.

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