La Federación holandesa ha querido predicar con el ejemplo y ha expulsado de por vida a cuatro jóvenes futbolistas (a sancionado a otro por cinco años) que mataron a golpes a un juez de línea en un partido juvenil entre el 'Buitenboys B3' y 'B1 de Nieuw-Sloten' en diciembre de 2012.Los adolescentes ya habían sido condenados por la justicia en junio de 2013 a dos años de prisión por golpear al árbitro asistente, sin la intención de matarlo.
El linier agredido por jugadores del equipo visitante, que le propinaron una patada en la cabeza y tres en el abdomen. La víctima, Richard Nieuwenhuizen, de 41 años, y cuyo hijo jugaba en el encuentro, pudo caminar por su propio pie hasta la cantina del campo, pero se sintió indispuesto y fue trasladado al hospital, donde falleció al día siguiente. Las justicia holandesa condenó también al padre de uno de los adolescentes responsables de la paliza, de 51 años, a seis años de prisión.
"Este trágico incidente queda para siempre como parte del fútbol holandés,trabajemos para que algo así nunca vuelva a suceder", declaró el director de la sección no profesional de la organización deportiva, Jan Dirk van der Zee, en un comunicado.
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