La fiesta en el centro de Turín se traslada al escenario del partido

  • La fiesta que se ha vivido durante todo el día en el centro Turín, con una marea roja y blanca por sus calles y plazas al coincidir los colores de Sevilla y Benfica, se trasladó conforme avanzó la tarde a las inmediaciones del Juventus Stadium, donde esta noche se juega la final de la Liga Europa.

Turín (Italia), 14 may.- La fiesta que se ha vivido durante todo el día en el centro Turín, con una marea roja y blanca por sus calles y plazas al coincidir los colores de Sevilla y Benfica, se trasladó conforme avanzó la tarde a las inmediaciones del Juventus Stadium, donde esta noche se juega la final de la Liga Europa.

Si conforme los aficionados de uno y otro equipo llegaban a la ciudad italiana las tiendas y comercios del centro reforzaron sus existencias tanto de genero como de personal para atender a los visitantes españoles y portugueses, con el avanzar de la tarde la marea de aficionados se fue trasladando a las afueras de la ciudad, donde se ubica el nuevo estadio del Juventus, una instalación moderna con capacidad para unos cuarenta mil espectadores.

En los aledaños del estadio se concentraron los hinchas con mucha antelación para acceder a la instalación deportiva, un proceso algo lento por los exhaustivos controles.

Mientras, los que ya estaban en las gradas eran entretenidos por la megafonía y vídeo-marcadores con entrevistas, repeticiones de goles y cánticos de uno y otro equipo.

Este mediodía, el presidente del Sevilla, José Castro, señaló que, según las previsiones, habría diez mil aficionados del equipo español en Turín, cifra que conforme se acercó la hora del partido se vio que era superada por los seguidores benfiquistas, que poblaron más sectores de grada del estadio y que se hicieron notar.

De todas formas, las clásicas canciones sevillistas, como el himno del centenario, también se escucharon con fuerza en el Juventus Stadium.

La tónica habitual de la jornada hasta la hora del partido ha sido de armonía y cordialidad entre las dos aficiones, que se han confundido por las calles de la ciudad, aunque también en los aledaños de la grada sur del estadio la policía italiana tuvo que intervenir para apaciguar los ánimos encrespados de algunos aficionas radicales de los dos equipos, sin que el incidente fuera a mayores.

La salida de los jugadores al campo tuvo como preludio una coreografía a lo largo y ancho del terreno de juego con danza, música y colorido junto a los 'tifos' que desplegaron en las gradas tras las porterías, el sevillista en la del norte y la de los benfiquistas en la del sur.

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