La herida que abrió Mourinho no ha cicatrizado aún en el Deportivo

  • A Coruña.- La herida que abrió el técnico del Real Madrid José Mourinho en el Deportivo el 4 de mayo de 2004, hace casi siete años, no ha cicatrizado aún en el equipo coruñés.

La herida que abrió Mourinho no ha cicatrizado aún en el Deportivo
La herida que abrió Mourinho no ha cicatrizado aún en el Deportivo

A Coruña.- La herida que abrió el técnico del Real Madrid José Mourinho en el Deportivo el 4 de mayo de 2004, hace casi siete años, no ha cicatrizado aún en el equipo coruñés.

Mourinho, que regresará el sábado a Riazor por primera vez desde aquel día, ganó la batalla táctica y psicológica al Deportivo que había llegado más lejos en la Liga de Campeones y que ya se veía por primera vez en la final del torneo.

El equipo coruñés, entrenado entonces por Javier Irureta, había asombrado a Europa en la eliminatoria anterior, la de cuartos de final, en la que superó al Milán, que defendía título, con una remontada épica.

Aquel equipo milanista en el que jugada el brasileño del Real Madrid Kaká sucumbió en Riazor después del 4-1 del encuentro de ida en San Siro, algo que pocos o nadie era capaz de imaginar.

En una noche milagrosa, el equipo coruñés apeó de la competición al italiano con cuatro goles (4-0) y se plantó en semifinales, donde se enfrentaría al Oporto de Mourinho, con el Chelsea y el Mónaco como los otros candidatos al título.

El Deportivo se creció con aquella prodigiosa eliminatoria ante el Milán y comenzó a verse en la final antes de disputar las semifinales con el Oporto.

El 0-0 del partido de ida en Portugal fue un aviso de lo que iba a suceder en el partido de vuelta, donde la táctica y la psicología de Mourinho fueron determinantes.

Ganó la batalla el día antes en la sala de prensa de Riazor, cuando dijo a los periodistas una frase que todavía se recuerda con claridad: "Os veo creciditos".

Y en el terreno de juego, un penalti provocado por Deco y convertido por Derlei a 35 minutos para el final del partido acabó con las aspiraciones, ilusiones y sueños del Deportivo y el deportivismo.

El equipo coruñés no se ha recuperado aún de aquel mazazo que le bajó a la tierra y puso fin a su etapa más brillante y que, paralelamente, supuso la consagración del ahora técnico del Real Madrid.

El curso siguiente, el Deportivo fue deprimente en la Liga de Campeones y pasó sin pena ni gloria en la competición nacional, en la que se quedó fuera de los cuatro primeros puestos por primera vez después de cinco años consecutivos en la máxima competición continental.

Después, los coruñeses emprendieron una etapa de transición con Joaquín Caparrós, que estuvo dos años en el club, y pasó de luchar por la Liga de Campeones a marcarse como objetivo primordial la permanencia en Primera, con la excepción de una incursión en la Copa de la UEFA, ya con Miguel Ángel Lotina en el banquillo.

En esa misión de sobrevivir en la categoría, el Deportivo recibirá el sábado al Real Madrid, que en la primera vuelta le dejó en la última posición de la clasificación con el 6-1 que reflejó el marcador del Santiago Bernabéu.

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