La ilusión por encima del cansancio

  • A dos pasos de volver a hacer historia, de saborear nuevamente el éxito e inscribir su nombre como única selección que consigue la triple corona, España afronta la semifinal de la Eurocopa 2012 con la ilusión por encima del cansancio.

Roberto Morales

Donetsk (Ucrania), 26 jun.- A dos pasos de volver a hacer historia, de saborear nuevamente el éxito e inscribir su nombre como única selección que consigue la triple corona, España afronta la semifinal de la Eurocopa 2012 con la ilusión por encima del cansancio.

No se han cansado de ganar y aunque públicamente lo celebren menos que cuando era novedad, los internacionales españoles tienen marcado el reto de revalidar el título para escribir historia. Quieren que esta generación, la de mayor brillantez del fútbol español, se convierta en leyenda y se hable de ella junto a equipos que han marcado décadas.

En la firmeza del camino hacia a la gloria aparecen críticas que más que molestia provocan risa. La última desde la prensa italiana, con el único objetivo de desestabilizar. El juego de la selección aburre. Con los debates silenciados: el del nueve, los medios centros y viviendo los últimos momentos con el del cansancio, los internacionales hasta se sorprenden de que se cuestione su estilo de juego.

España encontró un estilo con futbolistas que han cambiado el devenir de la Roja. Los Xavi Hernández, Andrés Iniesta, Xabi Alonso, David Silva, David Villa y un grupo de jugadores con la humildad por bandera, se agarraron al toque como seña de identidad. Años buscando sin acierto una forma de jugar con la que conquistar al mundo, con la que se identificase a la selección española además de la ya manida furia. Numerosos campeonatos intentando aprender a competir.

Cuando lo tienen sorprende la duda. El seleccionador Vicente del Bosque es la voz más autorizada para decirlo: "Es una buena época de nuestro fútbol. Toda la vida hemos estado buscando un estilo y ahora que lo tenemos no nos gusta pese a que nos ha dado los éxitos. Pero somos así, siempre disconformes con todo".

Seguramente serán pocos los aficionados que cuestionen el fútbol de su selección. La pasión del momento vuelve a inundar las calles de las ciudades. Los jugadores lo sienten y superan cualquier adversidad. El calendario de la competición ha querido que Portugal tenga 48 horas más de descanso.

Existe un discurso oficial que todos defienden. No afectará. Pero la verdad es que a las alturas de la temporada en la que llega y el cansancio acumulado en las piernas de futbolistas que han tenido un año intenso en sus clubes, todo puede perjudicar. En el campo se verá la respuesta.

Hoy completaron un viaje que se pudo evitar. España regresó a Donetsk, la ciudad donde hace tres días derrotó a Francia en los cuartos de final. Llegó a las 6 de la mañana a Gniewino, la misma hora a la que hoy despertaron los jugadores para regresar a Ucrania. Diez horas de viaje entre autobuses y aviones.

Había un día de descanso y tenían a su disposición la ciudad deportiva del Shaktar Donetsk que hasta ese día ocupó Francia. Faltó previsión y se impuso el deseo de Del Bosque. No lo utilizarán como excusa, pero es un factor de desventaja sumado al menor tiempo de descanso que el rival. Al entrenar en la tarde hoy allí y quedar alojados dentro de un gran complejo deportivo, algunos comprobaron de primera mano el error.

El seleccionador español medita una sorpresa entre la continuidad. Los mismos que han jugado todo el campeonato seguirán. Aparece el nombre de Pedro Rodríguez como factor sorpresa. El resto defiende su entereza física. Demuestran que, ante todo, la ilusión está por encima del cansancio.

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