La imagen del Tour 2019: un corrimiento de tierras obliga a suspender la etapa

  • La jornada de este viernes se tuvo que cancelar por el fuerte temporal cuando los ciclistas iniciaban el descenso tras escalar el Col de l'Iseran
Corrimiento tierras Tour
Corrimiento tierras Tour

La 19ª etapa del Tour de Francia se ha topado con el temporal. La jornada de este viernes en la ronda francesa ha sido cancelada a poco más de 20 kilómetros de la meta, lo que ha provocado un cambio en el liderato favorable al colombiano Egan Bernal. Una decisión tomada por la dirección de la carrera debido a los obstáculos que las fuertes lluvias habían provocado para la seguridad de los ciclistas. Y entre los que ha destacado un corrimiento de tierras del que hasta los espectadores han tenido que huir.

A esto hay que sumar un alud de nieve que cayó sobre la carretera, que contribuyó a que la carrera se diera por terminada con los tiempos establecidos en la cima del Iserán. El epicentro del problema estaba en la carretera a las puertas de Val d'Isère. Una granizada tremenda desfiguró la ruta. Restaban 22 kilómetros para meta y los trozos de hielo caían del cielo con auténtica violencia. Ya no se podía hablar de una carretera de asfalto, sino de un río en toda regla que obligó a intervenir con urgencia a las máquinas quitahielos.

Los tiempos de la etapa serían los marcados en la cima del Col de Iseran y la clasificación el de paso por el puerto. El espectáculo de Bernal desatado abriendo tal vez un nuevo periodo histórico quedó cortado de raíz. El hielo detuvo al fuego.

Una pena que no se pudiera ver en qué hubiera quedado la hazaña de Bernal en la cima de Tignes, final de la etapa, pero el colombiano logró a pesar de todo el objetivo con el que había tomado la salida. Era el nuevo líder a falta de una etapa de competición antes de llegar a París. Todos a los coches. Alaphilippe con cara de pocos amigos y aún de amarillo se mesaba los cabellos, certificando un día negro para el ciclismo francés, que antes había perdido a Pinot. Y Bernal, sonriente, sabiendo que iba a ser líder, sonreía en el auto del Ineos.

Mientras, el director de la carrera Christian Preudhomme explicaba a su homónimo del Movistar Eusebio Unzue la magnitud de los destrozos en la carretera. Landa y Nairo Quintana, bien abrigados, empezaban a echar cuentas a buen recaudo. Queda solo un cartucho.

Este sábado la vigésima etapa y último combate en los Alpes antes de conocer el podio definitivo entre Albertville y Val Thorens, de 130 kilómetros. Tres puertos en el menú, el último de categoría especial conduce a meta tras un ascenso de 33 kilómetros al 5,5 por ciento.

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