La increíble historia del luchador yanqui y la mafia tailandesa

Hace dos años, Junie Browning, un luchador de MMA estadounidense, se tomó 16 pastillas de Klonopin, un medicamento contra la ansiedad y agredió a varios médicos y enfermeras en el hospital. No era la primera vez. Su historial de problemas psiquiátricos y con el alcohol es largo. Sus estallidos violentos de furia, habituales.

Por eso, a pocos les extrañó cuando la semana pasada apareció en los noticiarios por estar huido de la policía de Tailandia tras una serie de altercados que comenzó en un bar y acabó en el hospital, de donde huyó.

Sin embargo, un e-mail enviado por el luchador, de 26 años, a varios medios de comunicación describe una historia muy diferente. Al parecer, según su versión, Browning se vio inmerso en una pelea en la que varias personas terminaron por darle una paliza que lo dejó inconsciente. Cuando fue trasladado al hospital, el estadounidense vio cómo le colocaban a algunos de sus agresores a su lado en la cama del hospital: advertido de que éstos eran miembros de la mafia de la ciudad, el luchador huyó junto a su novia.

Browning afirma que pudo abandonar el país, pero que la mafia lo persigue y que él, malherido, lucha ahora por su vida allá donde se encuentre. Un guión de película que nadie sabe a ciencia cierta si es verdad. Si sobrevive a ésta y aparece, quizá Browning pueda demostrar que lo que dice ocurrió en la realidad y no sólo en su cabeza.