Podrían haber preparado cualquier jugada ensayada clásica. Un pase hacia un lado y disparo, un centro al área o un chut directo a puerta. Pero no. Mario Gjurovski, jugador del Muangthong United de la liga tailandesa, tenía una sorpresita preparada para su lanzamiento de falta. El futbolista, sin vergüenza alguna, cogió carrerilla para preparar su disparo, se acercó al balón y, para sorpresa de todos, se dejó caer de cabeza simulando un tropiezo. Lo mejor es que Gjurovski aprovechó la confusión para ceder el balón a su compañero con la cabeza, que llegaba por detrás, y así pudiese disparar a puerta. La jugada fue un desastre, ya que el disparo se estrelló con la barrera y Gjurovski, por decirlo de alguna manera, quedó un poco en ridículo.
Álvaro de Grado
Álvaro de Grado
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