Antonio Broto
Pekín, 7 mar.- Un viejo conocido de la liga española, Radomir Antic, y una fuerte presencia de jugadores latinoamericanos son los principales atractivos de la temporada futbolística que mañana comienza en China, en la que el Guangzhou Evergrande, campeón con comodidad en las dos pasadas temporadas, es otra vez el rival a batir.
En esta ocasión, a diferencia de la pasada temporada, no ha habido grandes fichajes de renombre en el descanso invernal: los clubes parecen escarmentados tras el sonado fracaso el año pasado del "Shanghái Galáctico", que acabó noveno y en el que sus dos estrellas, Drogba y Anelka, se marcharon por la puerta de atrás.
Sin grandes nombres a añadir a otros que sí se han quedado (como los ex barcelonistas Keita y Rochemback, el ex sevillista Kanouté, el ecuatoriano Guerrón o el paraguayo Lucas Barrios), la principal entrada es la de Antic.
El técnico serbio que dirigió al Real Madrid, Barcelona, Atlético y otros clubes españoles, toma ahora las riendas del Shandong Luneng, un histórico en horas bajas (ha ganado cuatro ligas, pero el año pasado fue duodécimo).
Tampoco el Guangzhou Evergrande se ha reforzado demasiado: Marcelo Lippi sigue al mando, y en la plantilla se mantienen el argentino Conca -su gran estrella-, Barrios y el brasileño Muriqui, con el también carioca Elkeson como única novedad extranjera.
El equipo shanghainés, gran decepción del año pasado y en el que el ex seleccionador albiceleste Sergio Batista sigue como técnico, se ha reforzado con dos jugadores argentinos (Schiavi y Toranzo) para sustituir a unos Anelka y Drogba que mostraron escaso compromiso en su breve aventura oriental.
En todo caso, los principales aspirantes a acabar con la hegemonía son el Beijing Guoan de Guerrón y Kanouté, que terminó tercero el pasado año, y el Jiangsu Sainty, que sin grandes estrellas logró en la última temporada un sorprendente subcampeonato.
El éxito del Guangzhou (que hace tres temporadas estaba en segunda división), con un gasto multimillonario similar al de Shanghái pero con fichajes de jugadores menos famosos y más jóvenes procedentes de Latinoamérica, ha inspirado al resto de clubes, que también han mirado al hemisferio occidental como su gran cantera.
De esta manera, 33 de los 80 extranjeros en la temporada proceden de países latinoamericanos (23 brasileños, cinco argentinos, tres colombianos, un paraguayo y un ecuatoriano), y todos los equipos cuentan con jugadores latinos menos uno, el Guizhou Renhe (donde juegan dos españoles, los ex levantinistas Nano y Rafa Jordà).
El mencionado Guizhou, equipo de una remota provincia central china, fue la otra gran revelación del pasado año, terminando cuarto en la pasada temporada y finalista en Copa: este año, el equipo más "español" de China debutará en la Liga de Campeones de Asia.
No será el único equipo con jugadores españoles, ya que Ibán Cuadrado, ex de equipos como el Murcia, el Málaga o el Salamanca, se incorpora a las filas de uno de los dos equipos recién ascendidos, el Shanghái East Asia.
La liga china deberá demostrar, por otra parte, que ya está "limpia" de corrupción después de tres años de campaña contra las amplias redes de compraventa de partidos que culminaron el pasado febrero con la inhabilitación vitalicia de 33 futbolistas, técnicos y directivos, así como con la retirada de un titulo liguero, el de 2003, al Shanghai Shenhua.
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