La lluvia se invita a Roland Garros

Javier Albisu

París, 28 may.- El complejo de Roland Garros, unas 8,5 hectáreas de instalaciones deportivas junto al Bosque de Boulogne del oeste de París, se han convertido hoy en un desfile de paraguas y aficionados en chubasquero resguardándose bajo los tejadillos de los estadios de la lluvia, protagonista de la tercera jornada del torneo.

Gradas vacías y canchas cubiertas con lonas verdes para proteger las superficies completaban la fotografía del escenario donde debía debutar el número uno del mundo, el serbio Novak Djokovic, la bielorrusa Victoria Azarenka o el español Fernando Verdasco.

Los organizadores del torneo, que saben bien lo que es tener que lidiar con la lluvia, publican durante la jornada comunicados con las últimas novedades climatológicas, entre constantes retrasos e interrupciones. En la mañana, el tenis ha logrado vencer a la lluvia tras casi dos horas y 45 minutos de chubascos, pero podría haber nuevas interrupciones.

Mientras tanto, en las cabezas de todos se recordaba la final del año pasado entre Djokovic y el español Rafael Nadal. El cielo castigó el partido final del torneo y obligó a suspender el encuentro después de tres horas de tenis, con un tanteo de 6-4, 6-3, 2-6 y 1-2 para Nadal. Al día siguiente, Nadal sumó su séptimo título de Roland Garros.

Era la primera vez en 31 años que las precipitaciones partían en dos una final, pero la climatología es una preocupación constante para los organizadores, víctimas de la caprichosa primavera parisina.

Ya en 1994 había ocurrido lo mismo, pero en la final femenina entre la francesa Mary Pierce y la española Arantxa Sánchez Vicario, también con victoria final para la española. Y solo el 30 de mayo de 2000 la lluvia obligó a anular todos los partidos de la jornada.

La primavera de este año en París, especialmente húmeda, ha registrado un nuevo récord: el pasado día 24 los termómetros de la capital francesa marcaron las temperaturas más bajas en una noche de mayo en 126 años.

Desde 1887 no se constataba una mínima de 3,7 grados centígrados en un mes de mayo en París y hay que remontarse hasta mediados de los años ochenta del siglo XX para encontrar una primavera tan fría y lluviosa en Francia.

Los organizadores de Roland Garros, segundo Grand Slam de la temporada, sabían que la lluvia tenía grandes opciones de invitarse a su torneo y era una de sus grandes preocupaciones, como indicó la semana pasada el director general de la Federación Francesa de Tenis (FFT), Gilbert Ysern.

Se espera que la segunda semana la meteorología mejore, con lo que habrá tiempo para ir reprogramando los partidos que se hayan visto afectados por el clima.

En caso de que se complique, los organizadores cuentan con algunas herramientas para acelerar el desarrollo del torneo, como utilizar las dos pistas que normalmente no se utilizan o avanzar el inicio de las jornadas.

El reglamento les permitiría, incluso, cambiar la configuración de los partidos y jugarlos a tres sets, en lugar de los cinco habituales, en caso de que la situación sea desesperada.

Una decisión que tomarían "en el caso de que la primera ronda no terminara el primer sábado", señaló Ysner.

En la mente de todos emerge la circunstancia de que Roland Garros no cuenta con ninguna pista que pueda cubrirse, algo que los organizadores del torneo y la alcaldía de París intentan solucionar a través de un ambicioso proyecto de ampliación de las instalaciones, que se modernizarían y pasarían de las 8,5 hectáreas actuales a 12,5.

No obstante, la extensión de Roland Garros acumula retrasos y sobrecostes (va por 340 millones de euros frente a los frente a los 273 iniciales) y no estará acabada, al menos hasta, 2018. Eso si las trabas políticas, vecinales y administrativas no lo impiden o lo retrasan.

Por ahora, el acuerdo alcanzado por la federación francesa y el consistorio parisino ha sido rechazado por el Tribunal Administrativo de París, ante la presión de los vecinos y los grupos ecologistas, que critican que el tenis robe espacio a los jardines de Auteuil, emplazado al inicio del Bosque de Boulogne, pulmón verde de la capital.

La Alcaldía ha recurrido esa decisión, por lo que ha sido suspendida cautelarmente, mientras que la "número dos" del consistorio, Anne Hidalgo, insiste en que la ciudad no puede permitirse renunciar a su Grand Slam.

"Roland Garros es un evento mayor inscrito en el patrimonio de nuestra ciudad", dijo Hidalgo a los medios de comunicación el pasado sábado.

La candidata socialista a reemplazar a Bertrand Delanoë -que no se presentará a la reelección- en las elecciones municipales de 2014 insistió en que el torneo creado en 1925 ofrece a la ciudad más visitada del mundo un escaparate "al que nadie quiere renunciar".