"La Mano de Elías", tierra prometida pero difícil de conquistar

El nombre "Elías" lleva implícito en su origen la alusión a Dios. Al baloncesto juegan hombres y los jugadores del Maccabi, legendaria camiseta amarilla, también tienen flaquezas. De hecho, en los últimos años han perdido más del 10 por ciento de los partidos que han jugado en Tel Aviv. 118 encuentros y 21 derrotas, de las que 9 llevaron sello español. Ganar en el temible Yad Eliyahu Arena, conocido desde 2008 como Nokia Arena por motivos comerciales, es posible.

En el nuevo milenio, el Maccabi Tel Aviv solo quedó invicto en casa un año, el de la extraña escisión entre FIBA y ULEB que motivó la creación de la Suproliga (2000 – 2001). Desde la creación del nuevo formato de la Euroliga, la temporada siguiente, el equipo bandera de Israel siempre ha cedido al menos un partido en casa por temporada. Muchos de ellos en las jornadas finales de la fase de grupos, con los deberes hechos y la clasificación lograda para el Top 16. Y si hay un equipo experto en vencer en "La Mano de Elías", ése es el Baskonia.

Del triple de Bennett sobre la bocina en 2002 a los 28 puntos de Mirza Teletovic en diciembre de 2009 median otros dos triunfos alaveses, en la Euroliga 2003 y en febrero de 2007, con un Igor Rakocevic estelar en el primer cuarto. Fue la única derrota macabea en casa aquel año. Poco después, el Maccabi perdería en cuartos de final con el CSKA de Moscú, pero el equipo entrenado entonces por Neven Spahija acabó con la increíble racha de 18 partidos seguidos sin perder de los de Ettore Messina.

Barcelona y Unicaja han vencido dos veces en Tel Aviv. Obra blaugrana es la última derrota local en "La Mano de Elías", con la firma de Terrence Morris, Navarro y Anderson. El Real Madrid también ha conocido la gloria en el nuevo milenio. En 2009, comandados por Raúl López, Bullock y Felipe Reyes venceron por 69-73 en un choque que Llull y Mirotic vieron desde el banquillo. El capitán blanco es el único superviviente de la plantilla que perdió con holgura (73-58) hace un lustro con los rescoldos de un equipo que había sumado 3 Euroligas en 5 años. En el presente, duele la eliminación en la pasada Final Four de Barcelona.

Ganar en la cancha del Maccabi exige abstraerse de los gritos de los 11.700 aficionados que pintan de amarillo la grada y tener a un tirador en estado de gracia. Aplicar una defensa espartana y frenar los ataques de un equipo que suele superar los 80 puntos por partido es otra de las claves que el Madrid deberá tener en cuenta este jueves. El último precedente data del Top 16 de 2010, con dos victorias para los de Pini Gershon, entrenador al que asistió durante muchos años el actual técnico, David Blatt.

Es el partido por excelencia del baloncesto europeo. Los Maccabi – Real Madrid escribieron algunas de las páginas más brillantes de la antigua Copa de Europa, y aunque la sección blanca no tiene el renombre de antaño, en Israel se siguen recordando los duelos entre Martín, Brabender e Iturriaga contra Berkowitz, Perry o Aroesti. El respeto hacia la camiseta española permanece frente al paso del tiempo.