El incidente tuvo lugar la noche del sábado al domingo en Los Ángeles, en la casa de Glorian Govan, la exesposa de Barnes, quien se unió a los Memphis Grizzlies en el verano boreal.
Según medios de prensa estadounidenses, Fisher estaba departiendo con Govan y otros amigos en el patio de la casa de la mujer, cuando Barnes irrumpió furioso y atacó al entrenador de los Knicks.
Fisher sufrió algunas laceraciones en la cara y brazos, pero fuentes cercanas al ex Laker dijeron que no planea presentar cargos.
"Asuntos privados y personales seguirán siendo privados", dijo Fisher al diario Wall Street Journal, momentos antes del encuentro el miércoles de los Knicks en la pretemporada.
"Nada de lo que he experimentado tiene nada que ver con cómo vamos a jugar esta noche", añadió el entrenador.
Fisher está separado de su esposa, mientras Barness se encuentra en trámites de divorcio de Gloria Govan, a quien se le ha visto en varias ocasiones en compañía de Fisher, según la prensa del corazón.
Los Grizzlies dijeron estar esperando por los resultados de la investigación de la NBA. El propio Barness, en los entrenamientos de este jueves de los Grizzlies, calificó el incidente de un "asunto personal".
Fisher y Barness fueron compañeros en los Lakers en las temporadas de 2010 a 2012.
"La vida pasa, y al ser un atleta profesional, tienes que ser capaz de maniobrar y separar tu vida personal de tu vida profesional", dijo Barnes. "Y yo estoy aquí para jugar al baloncesto, por lo que no voy a ser ninguna distracción".
Barnes, de 35 años, jugó las últimas tres temporadas con Los Angeles Clippers, y en ese periodo tuvo varios incidentes que involucró a la policía, incluido uno de violencia doméstica.
psl/ol
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