La obsesión por L'Angliru bloquea la Vuelta

  • El árbol de los favoritos de la Vuelta 2011 fue zarandeado con fuerza en su travesía por los inéditos Ancares, pero nadie resultó perjudicado en la etapa con un mayor desnivel acumulado de la presente edición y la clasificación se mantuvo inalterable en sus primeras posiciones.

José Luis Sorolla

Ponferrada (León), 2 sep.- El árbol de los favoritos de la Vuelta 2011 fue zarandeado con fuerza en su travesía por los inéditos Ancares, pero nadie resultó perjudicado en la etapa con un mayor desnivel acumulado de la presente edición y la clasificación se mantuvo inalterable en sus primeras posiciones.

Antes de afrontar el tríptico de etapas más temido, los directores anticipaban que en el pelotón se aprecia "obsesión" por lo que pueda acontecer el próximo domingo en la ascensión a L'Angliru. Así fue. La Vuelta está bloqueada y la llave para desbloquearla muchos creen que está en la cuesta de Riosa, con su vertical Cueña les Cabres al 23,5% de desnivel.

Para Eusebio Unzue, director del Movistar, está claro que de los dos finales en alto que se avecinan el "mejor para establecer diferencias es L'Angliru" porque considera que para que las haya el día previo en La Farrapona-Lagos de Somiedo "habrá que subir muy rápido (el puerto anterior) San Lorenzo".

La decimotercera etapa, que por su perfil podía hacer pensar que serviría para descolgar a alguno de los que se encuentran en las primeras posiciones de la clasificación, se resolvió sin apenas cambios. Las diferencias son tan escasas que provoca más cambios el capturar alguna bonificación en un esprint intermedio que las que se registran en la línea de llegada.

Fue el caso del italiano Vincenzo Nibali (Liquigas-Cannondale) que no desaprovechó la oportunidad al paso por la lucense Becerreá para hacerse con los seis segundos de premio, ganar dos puestos en la clasificación y auparse hasta la segunda plaza para hacerle sentir su aliento al británico Bradley Wiggins (Sky), del que se encuentra a tan solo siete segundos.

Una jornada que creaba pánico en el pelotón contemplando su itinerario y que reconocieron 'in situ' varios de los participantes no provocó ninguna diferencia entre los quince primeros. Los cambios fueron propiciados porque varios de los corredores que se metieron en la escapada con la ventaja acumulada avanzaron algunas posiciones en la clasificación. Lo más destacado fue el avance del en teoría escudero de Joaquim 'Purito' Rodríguez, el español Dani Moreno que subió hasta la novena posición mientras el catalán cayó hasta la decimoctava plaza.

Después de haber consumido la mitad de los seis finales en alto de esta edición de la Vuelta 2011 sin prácticamente novedades, llegan dos consecutivos que deberían dejar la Vuelta encaminada hacia su resolución. Esa es la teoría, pero serán los ciclistas los encargados de confirmarla.

Nadie duda que el pelotón está muy escaso de fuerzas y aunque al plantear la etapa se tengan "muy claras las cosas", como señalaba Joxean Fernández Matxin, director del Geox-TMC, cuando llega el momento "la gente no puede".

Por el momento, todos prefieren seguir amarrando lo que tienen en su poder, antes que asumir el riesgo de poder perderlo. Se está yendo muy rápido y "las fuerzas están muy justas". Las etapas se consumen y entre los seis primeros clasificados la diferencia máxima es de treinta y seis segundos. Nadie se atreve a aventurarse en busca de objetivos inciertos.

"Hay mucha igualdad y nadie se mueve. Nadie se quiere arriesgar", afirma José Luis Jaimerena del Movistar con dos días por delante que deberían cerrarse con la clasificación general "muy clarificada". La dificultad de las llegadas es lo que hace presumir. Los ciclistas serán los encargados de hacer realidad unas previsiones que siguen sin cumplirse.

Además entre el grupo de aspirantes a la Roja hay varios ciclistas, como pueden ser el sueco Fredrik Kessiakoff (Astana), el danés Jakob Fuglsang (Leopard-Trek) o el holandés Bauke Mollema (Rabobank), de los que "no hay datos" sobre cómo pueden responder metidos en la pelea por la clasificación en una carrera de tres semanas.

Otros como el cada vez más sorprendente keniano nacionalizado británico Christopher Froome (Sky), están mediatizados por tener que trabajar para su líder y compatriota, además de ser el portador de la Roja, Bradley Wiggins. De momento lo que sigue mandando en el pelotón es conservar lo que se tiene y esperar un fallo de los demás para seguir avanzando.

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