Vila-real (Castellón).- La operación salida que está llevando a cabo el Villarreal, ha dejado a día de hoy cerca de 10 millones en las arcas del club por distintos conceptos tras la marcha de seis jugadores.
Y es que además del dinero logrado por la venta y traspaso de dos de sus jugadores, se suma el ahorro en el gasto de fichas de varios de estos futbolistas.
De esta forma, el club afronta esta época de ajuste y de crisis en la que ya hace tiempo anunció que rebajaría su presupuesto en un 20% y adecuaría sus gastos a la nueva situación que se vive en el mundo del fútbol.
Con ello el primer paso se dio en el capítulo de traspasos, capítulo en el que el equipo castellonense ha recaudado ya 4,9 millones de euros, con la venta de Joseba Llorente (2,4 millones) a la Real Sociedad y la del argentino Damián Escudero (2,5 millones) al Boca Juniors.
A ello se debe sumar la reducción en las nóminas del club, ya que con la salida de los jugadores más veteranos como Robert Pires, Ariel Ibagaza, Javi Venta y Joseba Llorente, además de la cesión Iván Marcano al Getafe, y la incorporación de futbolistas del filial, se ha logrado rebajar mucho la partida de sueldos.
Estos futbolistas mantenían unos contratos que superaban en todos esos casos el millón de euros por temporada, lo que supone un ahorro cercano a los seis millones de euros.
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