La profesión más peligrosa del mundo es ser periodista motorizado en partidos de cricket

  • Dos accidentes en el Melbourne Cricket Ground hace que el periodismo deportivo en Segway se haya convertido en una de las profesiones más peligrosas del mundo. Su última víctima, el comentarista y exjugador de criquet, Ian Healy.
Ian Healy sufre una caída cuando pilotaba un Segway en el Melbourne Cricket Ground
Ian Healy sufre una caída cuando pilotaba un Segway en el Melbourne Cricket Ground
lainformacion.com
Roberto Díaz

Desde Australia nos llega una de las profesiones periodísticas más peligrosas del mundo. Es habitual que los periodistas que cubren cricket recorran el impecable césped de los campos a los mandos del Segway. Un sistema que permite de forma innovadora cubrir uno de los deportes más seguidos en países como Nueva Zelanda, Sri Lanka, India o Pakistán.

Pero todo ha cambiado en el Melbourne Cricket Ground, una de las competiciones más prestigiosas en el mundo del cricket. El pasado martes, fue Joe Previtera, uno de los cámaras que cubre la competición, el primero en sufrir las consecuencias de la tecnología Segway. El operador de cámara no perdía detalle del encuentro entre la India y Australia cuando colisionó con un casco, olvidado por un jardinero, y cayó al suelo con todo el equipo. 

Millones de personas vieron en directo por televisión la caída de uno de los cámaras más polifacéticos en el mundo del cricket. Previtera apenas sufrió daños de consideración, aunque el mayor susto se lo llevaron los jugadores que Australia que se quedaron atónitos tras el incidente.

Pero la caída del cámara no ha sido la única. Este miércoles, fue el comentarista deportivo y exjugador de criquet, Ian Healy, quién sufrió la ira del Segway. Healy y su compañero en las narraciones del Melbourne Cricket Ground, Mark Nicholas, se encontraban bromeando con Previtera sobre su caída, cuando Healy se desplazaba sobre el terreno de juego a los mando de su Segway, cuando terminó rodando por los suelos tras perder el control del vehículo.

Sin duda, una profesión que se ha convertido en todo un desafío para los periodistas a manos del Segway.

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