San Sebastián, 23 dic.- La Real Sociedad ha cerrado 2011 con un balance desfavorable de 19 derrotas por 11 victorias, en un año de transición en el que el club busca una identidad con la que pelear en el globalizado mundo del fútbol en el inminente futuro.
Los donostiarras han jugado 37 partidos de Liga en 2011, entre la segunda vuelta de la temporada anterior y la actual 2011/12, con un balance en el que dominan las derrotas y que arroja sólo 7 empates en todo el año.
En estos doce meses han pasado dos entrenadores por el banquillo, por un lado Martín Lasarte, que cumplió su objetivo de salvar al equipo aunque con más apuros de los que el Consejo de Administración esperaba, y el actual, el francés Philippe Montanier, que ha alternado la cal y la arena aunque obtiene un aprobado gracias a la buena racha de las últimas semanas.
Precisamente la llegada de Montanier obedecía al objetivo de lograr una Real reconocible en el futuro en un fútbol que no entiende ya de fronteras. Los blanquiazules, sin embargo, lejos de buscar en mercados lejanos han encontrado un filón en su cantera y los aficionados realistas pueden presumir como gran logro de este año la reinstauración del poder de su base, la que antaño le hizo grande.
2011 es por tanto un ejercicio que recordarán jugadores como Antoine Griezmann, Asier Illarramendi, Iñigo Martínez, Rubén Pardo, Imanol Agirretxe o Liassine Cadamuro, todos menores de 24 años.
El próximo año debería de ser, por tanto, el de la consolidación del proyecto iniciado con Montanier, un trabajo que se tambaleó cuando enlazó seis derrotas y dos empates entre septiembre y noviembre, el peor momento del año en San Sebastián junto al encuentro contra el Getafe con la permanencia en juego en la última jornada de la pasada Liga.
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