La tristeza de Cristiano Ronaldo no es un buen ejemplo para los niños

    • Los 'peques' pueden aprender que el enfado es un modo de llamar la atención y conseguir lo que quieren.
    • Destroza la imagen del futbolista y lo convierte en un avaricioso preocupado por su salario.
lainformacion.com

Lo que sus ídolos hacen, los niños lo imitan. Una idea que muchos deportistas deben tener en cuenta a la hora de actuar en el terreno de juego. Un mensaje que se trasmitió en la VII edición  del Festival El Chupete y que algunos personajes públicos como Cristiano Ronaldo todavía no han asumido. La no celebración de sus goles ante el Granada fue el detonante para que saltaran las especulaciones.

Cristiano no está trasmitiendo la imagen que de él se espera, ser un profesional de deporte y un ejemplo a seguir por millones de niños.

El mensaje que enseña con su reacción no coincide con la esencia del deporte: el esfuerzo y el arrojo. A los ojos de los niños, la reacción de Ronaldo puede llegar a estar justificada llevándoles a asumir que para conseguir atención, el enfado y la tristeza son dos herramientas muy efectivas

¿Es el dinero?

Desde el primer momento, la teoría que más se oyó sobre la razón del estado de ánimo de Ronaldo era que consideraba baja su ficha anual en comparación con otros futbolistas de Francia o Rusia. El luso ha desmentido tal afirmación en un par de ocasiones, pero a final de temporada (cuando le quedarán dos años de contraro con el Madrid), el club podría revisar su salario. Quizá el portugués esté allanando el camino para pedir más.

A día de hoy, Ronaldo cobra diez millones de euros al año. La tristeza del delantero merengue se ha plasmado en sus celebraciones y su malestar ha trascendido los campos de fútbol convirtiéndose en noticia digna de portada en los periódicos nacionales.

Está rompiendo la imagen de sus compañeros de profesión

El mensaje que trasmite su reacción llega a desdibujar al deportista creando la imagen de un profesional orgulloso más preocupado por su nómina que por disfrutar con su trabajo, jugando al fútbol y, alimentando el espectáculo en el que participa y con el que sueñan millones de niños.
 
Una vez más, es necesario hacer reflexionar a personajes públicos, de la talla de Cristiano Ronaldo, sobre la importancia que sus acciones públicas tienen en el público en general y, en especial, en el infantil.

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