La enésima 'voladura controlada' de Florentino... tras salir IPIC del Bernabéu

  • La salida del fondo de inversión del Emirato de Abu Dabi y los altos precios del mercado de fichajes han lastrado la renovación de la plantilla.
Fotografía Santiago Bernabéu
Fotografía Santiago Bernabéu
EFE

Lo que empezó de forma atropellada ha terminado de la peor manera posible. La salida de Zidane pilló con el pie cambiado al Real Madrid y precipitó la llegada de Julen Lopetegui, que un día amaneció en Krasnodar y al día siguiente se despertó como entrenador blanco. La opción del técnico vasco no fue la primera. El exseleccionador de la Roja estaba jugando a la ruleta rusa, apostando por la casa blanca a las puertas del Mundial y ha terminado por caer apenas dos meses después de comenzar la temporada. Ahora Solari coge las riendas de un equipo que zozobra apenas 14 partidos después de comenzar la temporada.

Las salidas de Zidane y Ronaldo hacían presagiar un duro curso para la entidad presidida por Florentino Pérez. El ciclo iniciado por Carlo Ancelotti en Lisboa con la décima Champions y culminado por Zidane con la décimotercera de Kiev elevaban el listón de una plantilla desgastada, que año tras año se ha ido desprendiendo de pretorianos sin el foco de las grandes estrellas pero que se han revelado como fundamentales. Pepe, James, Morata, Kovacic y, sobre todo, Cristiano no han encontrado relevos de su categoría en la plantilla.

El club blanco, pese a lograr una nueva Champions League para sus vitrinas, acabó a 17 puntos del campeón de Liga el pasado curso y eliminado de la Copa del Rey en cuartos de final ante el Leganés en el Bernabéu, después de haber vencido 0-1 en la ida. Señales que no advirtió Florentino Pérez, decidido a no acudir al mercado más que para traer a un lateral derecho (Odriozola) y un portero (Courtois). Florentino Pérez se dejó ir, cegado por el éxito de su última Champions League, y abocó al equipo blanco a una crisis previsible. Detrás de la falta de refuerzos, se esconden dos poderosas razones. La falta de relevos claros en el mercado, con una inflación galopante en el mercado desde que el PSG saltara la banca con el fichaje de Neymar por 222 millones de euros, y la futura renovación del Santiago Bernabéu.

La obra con la que Florentino Pérez quiere pasar a la historia de la entidad viene lastrando la política deportiva desde que IPIC, que iba a financiar la práctica totalidad del proyecto a razón de 20 millones euros por temporada durante 20 años a cambio de poner su nombre al estadio, decidió no seguir adelante con la iniciativa. Ante la falta de inversores, Florentino Pérez determinó que el club asumiera la obra con sus propios fondos, lo que unido a la mencionada hiperinflación del mercado de fichajes, motivó la falta refuerzos en una plantilla con síntomas de cansancio. No es, sin embargo, la primera voladura 'controlada' que el presidente del Real Madrid acomete de equipos ganadores.

Del Bosque y Hierro, fuera tras lograr la Liga 2002/2003

En plena cresta de la ola, con 7 títulos en 4 años, el presidente del Real Madrid decidía sorprendentemente no renovar a Vicente Del Bosque y Fernando Hierro tras lograr una disputada Liga ante la Real Sociedad de Xabi Alonso, Kovacevic o Nihat. Dos Champions en cuatro años y otras tantas Ligas en el mismo tiempo no fueron suficientes motivos para renovar a dos de los líderes del equipo. “Entendemos que necesitamos otro libreto”. Tendrían que pasar 4 años, hasta 2007, para que el club blanco volviera a levantar un título, la famosa Liga de Capello.

Makelele se marcha y le sustituyen los 'pavones'

Makelele se marchó del equipo tras tres años en el club.
Makelele se marchó del equipo tras tres años en el club. / EFE

Desde su llegada a la presidencia del Real Madrid, Pérez hizo del lema 'Zidanes y Pavones' su bandera. Con él pretendía que en el equipo tuvieran una fuerte presencia tanto grandes estrellas como Ronaldo, Beckham, Zidane, Figo o Raúl junto a los mejores canteranos, tomando el caso de Paco Pavón, asentado desde su llegada a la presidencia en la primera plantilla, como referente. Pero si ese modelo había tenido éxito era gracias a hombres como Makelele, un 'obrero' en el mediocampo que permitía que el resto de estrellas brillara.

El francés pidió un aumento de sueldo y se encontró con la negativa por respuesta. Sin él y sin Hierro liderando la defensa, el Madrid se derrumbó sin remedio en marzo, ajusticiado por otra salida también muy cuestionada. Morientes, desde el Mónaco, despidió a su equipo (estaba cedido por los blancos) de la Champions. La falta de fichajes, con la llegada de Beckham como único refuerzo, hizo que la temporada entrara en barrena cuando las fuerzas se agotaron. La planificación deportiva falló tras un ciclo exitoso.

Tras Ancelotti, se necesitaba la 'mano dura' de Benítez

Ancelotti dejó paso a Benítez tras acabar sin títulos su último curso.
Ancelotti dejó paso a Benítez tras acabar sin títulos su último curso. / EFE

Tras lograr la Copa del Rey ante el Barça de Martino y la décima Copa de Europa ante el Atlético de Madrid en Lisboa, el segundo año de Carlo Ancelotti comenzó con las salidas de dos hombres fundamentales en la consecución de ambos títulos. Xabi Alonso y Ángel Di María, dos de los tres hombres del centro del campo titular junto a Modric, salieron de la plantilla dejando huérfana la zona ancha del equipo, algo que terminó pasando factura al conjunto entrenado por el italiano. En su lugar llegaron Kroos y James, jugadores de un talento incuestionable pero que no ofrecían las prestaciones que demandaba el equipo con Bale, Benzema y Cristiano jugando por decreto.

Al finalizar la temporada 2014-2015, se decidió contratar a Benítez al entender que el equipo necesitaba más disciplina y un entrenador con un 'libreto' más tecnificado. La experiencia no salió bien y en enero el entrenador madrileño se fue por la puerta de atrás. Entonces llegó Zidane, que puso una sonrisa a la entidad e inició un ciclo histórico desde el formato Champions en Europa al lograr tres cetros continentales consecutivos.

Se marcha Cristiano y al equipo se le apaga la luz

Fotografía de Cristiano Ronaldo en una celebración con el Real Madrid.
Cristiano Ronaldo, tras lograr su última Champions con el  Real Madrid. / EFE.

La salida de Zidane sorprendió a un equipo que venía de lograr su tercera Champions consecutiva, pero que sin embargo había emitido síntomas de agotamiento tras quedar a 17 puntos del Barcelona en Liga y haber sido eliminado de la Copa del Rey ante el Leganés. El técnico francés ya advirtió el agotamiento de la plantilla y decidió marcharse antes de que su etapa en el banquillo acabara de forma traumática. Entonces llegó Lopetegui... y se marchó Cristiano.

El técnico vasco cogió las riendas de una plantilla al límite mentalmente y con una evidente necesidad de renovación. La salida de Cristiano, capaz de anotar año tras año una media de 40 goles, no fue suplida con un jugador de garantías. El liderazgo del portugués quedó vacío. Mariano es un buen pinche, pero no es un chef. La sensación de tener una plantilla más débil, con salidas año tras año que han ido debilitando al equipo, terminó por sentenciar al exselecionador español. Cinco derrotas tras los últimos siete partidos, provocaron una muerte anunciada.

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