Leonardo Mayer, último argentino que se despide de Melbourne

Melbourne (Australia), 21 ene.- Leonardo Mayer despidió las esperanzas del tenis argentino en el Abierto de Australia al caer ante el serbio Victor Troicki, por 6-4, 4-6, 6-4 y 6-0 en la segunda ronda de este Grand Slam.

El último y único de los seis jugadores argentinos que había avanzado primero al derrotar al australiano John Millman, sucumbió en cuatro sets, en el primer enfrentamiento contra Troicki, más en forma y que viene de ganar el torneo de Sídney la pasada semana, al derrotar en la final al kazajo Mijail Kukushkin.

El serbio se había impuesto en el primer encuentro al checo Jiri Veseley en cuatro sets, y ahora Troicki se enfrentará en el siguiente con el también checo Tomas Berdych, que acaba de anunciar que se casa con su novia la modelo Ester Satorova, se impuso al austríaco Jurgen Melzer, 7-6 (2), 6-2 y 6-2.

El tenis argentino ha vivido un aciago Abierto de Australia. Primero la retirada de Juan Martín del Potro, operado de nuevo hace unas horas en la clínica en la Clínica Mayo de Rochester, Minnesota, (EE.UU.) para solucionar el dolor que el tenista sentía al ejecutar el revés a dos manos.

Después, como fichas de dominó, cayeron en Melbourne Juan Mónaco, Carlos Berlocq, Máximo González, Federico Delbonis y Diego Schwartzman. El último ha sido Mayer, que acabó 59 errores no forzados, por 13 de Troicki.

"Se me escaparon un montón de juegos y oportunidades. El está muy fino, muy bien. Te hace errar y yo no se jugar despacio, y me encontró la manera para que yo fallara. Puede parecer que fallo mucho pero también gano así. Le puse todo y no se me dio, él está mucho mejor que yo ahora, incluso de físico", explicó el jugador de Corrientes.

"En algún momento pensé que se moría pero se reavivó, es como un gato que no muere nunca", definió Mayer a su verdugo hoy.

"Me voy con buenas sensaciones de esta gira. Jugué muy bien en Doha y en Sídney, y también aquí. Me tocó contra Troicki que tendría que estar preclasificado. Sentí que no estuve tan mal, jugué ante un jugador que hace muchas cosas para que juegues mal", dijo.

"Hay que mejorar un montón de cosas, pero uno las va afilando Mejorar con la edad que tengo es difícil pero si se puede afilar, la confianza por ejemplo. Hay que agarrar más confianza, y si se mantiene el ránking, genial, y si no la vida sigue. Prefiero eso antes que morirme, estar vivo e ir a pescar", resumió el último argentino este año en el Abierto de Australia.