El primer tiempo sacó lo mejor del Barcelona en muchos partidos. Enrabietados en la presión, con un apetito voraz por la portería y precisión de maestro relojero en el pase, al primer toque los culés marearon al Sevilla con Alves y Adriano encontrando dos autopistas por las bandas y Xavi orquestando la ofensiva en el Pizjuán.
Oliendo la inconsistencia defensiva de los andaluces, el Barça machacó una y otra vez a Spahic y Escudé por el centro, gravitando el balón siempre en torno a Messi, que desahogaba el juego abriendo rápidamente ya a Iniesta, ya a Pedro. La suerte sigue sin sonreír al canario, al que Palop salvó con una manopla su mejor ocasión; tampoco logró marcar el albaceteño, pero sus continuos malabares con la pelota cosida a sus pies desarbolaron a Luna.
Con dos tantos espectaculares, el Barcelona recibía el premio a un trabajo asfixiante que cegó a Rakitic y Medel en la salida de la pelota. Aunque también hubo cierta dosis de suerte, la necesaria para que Manu del Moral cabeceara al palo un centro flojo de Navas que un error de comunicación entre Piqué y Valdés convirtió en la ocasión más clara del partido para el Sevilla.
El defensa catalán sufrió con los desplazamientos de Manu del Moral y perdió también el duelo con Kanouté, que junto a Navas comandó una reacción desesperada en el inicio del segundo tiempo. El Barcelona entregó la pelota y se encerró en el área, desperezándose solo a los diez minutos gracias a la actuación de Valdés. Fue el único momento en el que la orquesta azulgrana, en progresión asecendente, desafinó fuera de su registro excelso.
Hemos bloqueado los comentarios de este contenido. Sólo se mostrarán los mensajes moderados hasta ahora, pero no se podrán redactar nuevos comentarios.
Consulta los casos en los que lainformacion.com restringirá la posibilidad de dejar comentarios